Sicilia se sitúa en mitad del Mediterráneo, en un punto estratégico entre Europa y África, así que no es de extrañar que fuera un caramelo para todas las civilizaciones antiguas. Dicen que Teocles naufragó en las playas de Naxos sobre el 735 a.C. y quedó tan fascinado por los paisajes de la isla que no paró hasta convencer a los suyos para que montaran una colonia griega allí. Entraron por el oeste y poco a poco se fueron haciendo con toda la isla, donde construyeron templos, teatros, ágoras, ciudades y murallas, hasta tal punto que actualmente Sicilia es el lugar que alberga el mayor número de ruinas mejor conservadas del mundo helenístico. Muchas más que Grecia, aunque cueste de creer. Curiosamente, parte de la isla estuvo ocupada por los griegos mientras cohabitaban como buenamente podían con algunos troyanos despistados.
A una hora en coche de Palermo se encuentran las ruinas de Segesta. Era Domingo de Ramos y no fue fácil dejar atrás Palermo con nuestro flamante Fiat 500 recientemente alquilado. La mitad de las arterias de Palermo estaban cortadas al tráfico, con lo que este era una locura.
En lo alto del monte Barbaro se alzan las ruinas de Segesta. Al ser primavera, un manto de flores amarillas, naranjas y rojas nos dieron la bienvenida al emplazamiento. La ciudad de Segesta fue fundada en el siglo XII antes de Cristo, aunque su templo dórico es del siglo 5 a.C. A bote pronto, parece que el templo está medio destruido por el paso de los siglos, pero no, resulta que lo dejaron a medio construir y por eso no tiene techo (aunque dudo que aún se conservara si lo hubiera llegado a tener). Otra cosa que denota que no se acabó de construir es que las columnas no tienen las estrías características. A pesar de ser una antigua ciudad élima, se cree que los élimos se acabaron sumando a la moda helenística.
También, en lo alto de una colina vecina, se encuentra el teatro. Hay un autobús que recorre los casi dos kilómetros de subida por 1,5€, pero nosotros quisimos recrear épocas pasadas y subimos andando (aunque en algún momento me arrepentí de ello). El teatro fue construido en el siglo III a.C., tenía una capacidad para 3200 espectadore y es uno de los mejor conservados en la actualidad. Lo que lo hace especial frente a otros son las vistas panorámicas del paisaje verde siciliano que se pueden contemplar desde las gradas.
Era la una y media y decidimos ir hasta la ciudad de Érice para comer y luego dar un paseo por la tarde. De las ruinas de Segesta a Érice hay unos 30 minutos en coche, aunque el último tramo de la carretera consta de buena una sucesión de curvas y cuestas empinadas, ya que, como buena ciudad medieval, Érice se encuentra en lo alto de una montaña. Si no se tiene coche, a Érice también se puede subir desde la población de Trapani en funicular. Por desgracia, a diferencia de otras ciudades medievales italianas, Érice me decepcionó mucho. Lo único de destacaría de la visita es la gastronomía y las vistas.
Nada más llegar, dejamos el coche en el aparcamiento que hay en la puerta de Trapani, que era gratis por ser temporada baja, y fuimos a la búsqueda de un sitio para comer. Es una población muy turística y ninguno de los menús del día nos acababa de convencer, así que acabamos adoptando la táctica de Elisabeth Gilbert (Come, reza, ama) y preguntamos a un lugareño cuál era el mejor sitio para comer.
La Osteria de Venere ha cambiado los manteles de papel a cuadros con la que la describía Lonely Planet por unos de tela refinada. Por indicación del propietario, pedí panciotti (medallones de pasta fresca rellenos de berenjena con queso de Ragusa y hierbas balsámicas) con salsa de tomate, berenjenas y queso. ¡Delicioso! Comida italiana excelente y a buen precio.
Como de costumbre, no tomamos postre en el restaurante, sino que decidimos guardar un pequeño agujero para llenarlo con lo que encontraríamos en la pastelería más famosa de la ciudad: la pastelería Maria Grammatico. Si tenéis suerte, podéis disfrutar de unos cannoli o de un trozo de tarta de Nutella en una de las tres mesas que tiene el local, y si no es el caso, como el nuestro, os lo podéis llevar puesto. El cannolo estaba buenísimo, quizás uno de los mejores que comí en Sicilia.
Tras el festín de glucosa, se sucedieron un cúmulo de vicisitudes que nos hicieron perder la tarde y el buen humor. Primero nos perdimos intentando llegar a las salinas de Trapani, con lo que decidimos ir a las de Mozia. En Mozia perdimos el último barco para ir a la isla, con lo que nos perdimos una bonita puesta de sol. Nos volvimos a perder buscando la casa rural en la que nos alojamos esa noche y tuvimos que esperar a que el dueño nos viniera a buscar en medio del campo silvestre. Y en Trapani perdimos la cámara de fotos, con lo que perdimos las fotos de todas las comidas de los días anteriores y todos los vídeos. Como entenderéis, llegados a ese punto llegué al hotel cansada de dar vueltas y con una mala leche cósmica que me duró unas cuantas horas. Pero qué le vamos a hacer, más se perdió en Cuba, ¿no?
Datos de interés:
1. Segesta: 6€, bus que une las ruinas: 1,50€. La entrada al recinto os salió gratis por ser la semana cultural.
2. Osteria di Venere. Via Roma, 6. Érice. Cubierto: 2,50€, panciotti dello chef: 11€, scaloppine a la Marsala: 8€, caserecce al pesto Ericino: 8€.
3. Pasticceria Maria Grammaticano. Cannolo: 2€, crostata di Nutella: 1,50€.
4. B&B Villa Amodeo en Paceco. Habitación doble con desayuno: 45€
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M’ha encantat la tàctica per decidir on menjar! Crec que us la copiaré 😉
Les runes de Segesta em semblem «apostoflants»!
Si, si! És una gran tàctica perquè varem menjar a llocs súper bons i no gaire cars. ^^
Vaya mala pata perder la cámara!!!
No sabía que había tantas ruinas griegas en Sicilia!! Hace tiempo que tengo ganas de visitar esta isla y ahora que sé que hay tantas ruinas, más ganas aún porque me encantan!!
Saludos
Hola M.C!
Si, la verdad es que nos dió mucha rábia perder la cámara, al menos no fue la reflex! 🙁 Sobre las ruinas, es curioso porque por lo que me han dicho hay muchas más ruinas en Sicilia o Turquía que en la misma Grecia…
curioso que haya más ruinas aqui que en Grecia!! Isabel ya sabes que en los viajes no todo sale como deseamos. Oye, y muy buena táctica lo de no pedir postre y dejarlo para una pastelería típica. Yo lo suelo hacer también!!
Saludos
Hola Fran!
Si hay pastelería chachi, el postre no lo hacemos en el restaurante. ^__^ Las pastelerías de Sicilia estan súper bien.
… Precisamente el tempo de Segesta fue la primera vez que vi con mis propios ojos y en su original enclave, un templo griego… Fue hace muchos años pero recuerdo el momento y la genial vista desde la colina.
Gracias por compartir.
Alfonso. http://www.thewotme.com
¡Hey! Yo también subí al teatro a patita y ¡madre mia! llegué reventaica, jejeje. A mí me gustó mucho Segesta. En Érice no estuvimos así que me has descubierto una bonita ciudad.
Un saludo
Si te ha gustado Segesta, te recomiendo que visites Agrigento. Y ya que irías al Sur, Siracusa no te lo puedes perder, es de las ciudades que más me gustan de Sicilia. Suerte y buen viaje.
Hola Carlos!
Si, si! Agrigento nos encantó. Mañana publicaré el relato de ese día! 😀
Vaya putada lo de la cámara… suficiente para estropearle el humor a cualquiera por un buen rato pero con lo buenos que están los postres sicilianos (sin olvidar la comida tradicional) siempre puede uno pasarlo, ¿no? Las penas con pan son menos, y si es con un cannolo de la signora Maria, ufff, delicioso!!
Volveremos a por más 🙂
Preciosas las ruinas y la Fortaleza de Erice. Mira que no me gustan los pasteles en excesos, pero hay que reconocer que eran muy fotogénicos jeje
Menuda tarde, si es que en ocasiones se tuerce el plan que no veas, pero bueno es algo con lo que tenemos que contar, no todo puede salir al dedillo.
Saludos!!!
Muchas gracias a todos por vuestros comentarios. Esto es lo que hace que el blog este más vivo que nunca! 😀
Un beso,
Gracias, muchas gracias! Isabel. El mes que viene viajo a Sicilia y tu blog está siendo de gran ayuda.
Me alegro mucho Silvia. Ya me contarás que tal por Sicilia. 😀
Un saludo,
Gracias Isabel por tus comentarios sobre Erice y Segesta. Viajamos en familia con mis tres hijos, mi nuera y mi pequeno nieto de 3 a;os, un poco chico para viajes, pero… salió así!! Estaremos por mayo, buena época creo. Primero estaremos en Scopello, luego en Noto y terminaremos bien cerquita de Taormina.