El reloj empezó la cuenta atrás: 57, 56, 55… Las protecciones estaban ancladas y ya no había escapatoria… Lo reconozco: estaba muy nerviosa, incluso al llegar a la entrada estuve a punto de dar media vuelta. Pero no soy una persona cobarde y no había recorrido todo ese camino para volverme atrás en el último segundo. 30, 29, 28… No, no era cobarde, pero estaba entrando en estado de pánico, el miedo se apoderaba de mí y el reloj seguía contando…15, 14, 13… Solo quedaban unos segundos, empecé a comprobar que todas las sujeciones estuvieran bien cerradas, me guardé las gafas en la chaqueta y me aseguré de que el bolsillo estuviera bien cerrado y, cuando acabó la cuenta atrás, las vagonetas se pusieron en marcha.
Empezamos la lenta ascensión y vi como nos alejábamos del suelo más y más hasta que llegué a un punto en el que la mezcla de nervios y miedo pudo conmigo y cerré los ojos… Se produjo un silencio profundo, pesado y breve, en el que la vagoneta pareció detenerse un microsegundo y, momentos más tarde, gritos desgarradores empezaron a oírse por todos lados. Yo seguía con los ojos bien cerrados, mi cuerpo estaba ahí, pero mi mente estaba muy lejos, quizás en algún paraíso lejano. Había entrado en «modo zen». Finalmente, casi al final del recorrido, abrí los ojos y vi que no había sido para tanto.
Shambhala: toma dos
Aquel día casi no había cola en el parque, así que cuando Xavi se enteró de que me había pasado casi todo el recorrido del Shambhala con los ojos cerrados, me insistió en que tenía que volver a subir. Y así lo hicimos. Era un sábado de noviembre, la temporada de Halloween había acabado para dar paso a la Navidad en Port Aventura. Apenas había visitantes pese a ser día de estreno, por lo que no había aglomeraciones, ni siquiera en una gran novedad como el Shambhala.
Volvimos a recorrer las líneas vacías hasta llegar directamente a la vagoneta. Como en la primera ocasión, estaba preparada y no tuvimos que esperar ni un segundo. Me senté, bajé la sujeción hasta la cintura y volví a guardar las gafas en el bolsillo de la chaqueta. Cuando la cuenta atrás volvió a finalizar, nos pusimos en marcha de nuevo. Poco a poco, las vagonetas fueron subiendo casi verticalmente los 76 metros de altura del punto más alto del Shambhala, detalle que convierte esta atracción en la montaña rusa más alta de Europa. Me permití la licencia de girar el cuerpo ligeramente para dirigir la mirada hacia el suelo. Estábamos altos, muy altos, y aún seguíamos subiendo.
Cuando llegamos al punto más alto, las vagonetas que había delante empezaron a caer hasta que llegó nuestro turno y todo lo que habíamos subido lo bajamos casi en picado. Grité durante los casi 1650 metros del recorrido del Shambhala. No gritaba de pánico, sino por la emoción del momento, por el hecho de estar con la cara al viento a 134 kilómetros por hora. Y es que, si algo tienen las montañas rusas es que consiguen que se te pase el estrés en pocos segundos y cuando finalmente acabó todo, me sentí renovada. Habían sido solo dos minutos, pero habían sido dos minutos de adrenalina pura. Había conseguido mi reto. Había sobrevivido al Shambhala no una, sino dos veces.
Datos de interés:
1. Se puede acceder a Port Aventura desde Barcelona en tren de media distancia. El billete de ida y vuelta cuesta 16,60€. Podéis consultar los horarios en la web de Rodalies de Catalunya y en la web de Renfe.
2. La entrada general a Port Aventura cuesta 45€. En verano es recomendable comprar la entrada en su web para ahorrar colas.
3. Podéis consultar los horarios del parque en el siguiente enlace. Atención porque en invierno el parque está cerrado muchos días entre semana y el horario es más reducido.
4. La época de Navidad es muy buena para visitar el parque porque apenas hay colas. La pega es que algunos restaurantes, tiendas y las atracciones de agua, el Tutuki Splash y el Silver River Flume, están cerradas.
Que ganas tengo de visitar Port Aventura, con lo que a mi me gustan los parques de atracciones, esta atracción es una pasada, cae seguro cuando vaya 😀
Hola Jose Carlos,
Pues Port Aventura te encantará porque las atracciones que tiene son una pasada. Eso sí, no son para personas con el corazón débil! 😛
Qué valor!!! Yo todavía no he conseguido montarme en el Dragon Khan, jejejeje así que lo de Shambhala como que lo veo chungo!!! A ver si antes de que cierren me puedo escapar un día aunque el precio de la entrada como que tira un poco para atrás!!! Un abrazo!!! 😉
Hola Adela,
Tienes razón el precio de la entrada es un poco caro, pero también hay muchas promociones para conseguir 2×1 y el precio queda muy bien.
A mi me dió mucho miedo cuando llegué a los pies del Shambhala y estuve a punto de no subir, pero vale mucho la pena.
Se te ve muy animada después de descargar tanta adrenalina……:-)
Ja, ja, ja! Es como el karaoke, tras unos berridos uno se queda más relajado… 😀
Pedazo de montaña rusa! No he estado nunca en Port Aventura… Tengo que ir pronto, me lo pasaría como un niño!! 😀
Cuando estuve en Port Aventura me lo pasé pipa… Me encantan las montañas rusas!!! Espero poder ir pronto para probar esta nueva atracción que tiene que ser la caña por lo que cuentas!
Reconozco que para mi los parques de atracciones y los parques temáticos por lo general son horrorosos, con excepción del Tibidabo por su antigüedad.
A ver si me animo a conocer Port aventura, más bien a conocer Cataluña, que no la he pisado aun todo un delito. De parque de ese estilo tan sólo he visitado Isla Mágica, en Sevilla, pero supongo que es la mitad de la mitad de Port aventura. Y me encanta!
Gracias!!!
Hola Antonio,
Pues tienes que venir por mi tierra en cuanto puedas por que es preciosa (yo barriendo para casa) y Port Aventura es un must a visitar!
Yo no conozco Port Aventura, pero he de reconocer que aunque en los parques de atracciones al principio soy miedosa, al final me lanzo a conocerlo todo…
Estupenda crónica.
Un saludo 😉
Hola Helena,
Creo que vamos a tener que hacer una quedada TBC en Port Aventura pronto! 😀
Tengo miedo de subir al shambala pero me quiero subir i no tengo hu****
Tengo miedo de subir al shambala pero me quiero subir i no tengo hu**** dadme instrucciones