Este día lo dedicamos a visitar la ciudad. Por la mañana compramos en el hostel un bono para utilizar el autobús todo el día (500¥, el billete sencillo cuesta 220¥) y cogimos el autobús #100 (llamado turístico porque recorre los puntos más turísticos de la ciudad, pero es de línea normal) y fuimos dirección al Kyomizudera.
Para llegar allí nos bajamos en la parada de bus “Kyomizu no michi” y subimos por una calle en la que al final se veía la Pagoda Yasaka, y luego seguimos caminando por las calles Ninenzaka y Sannenzaka hasta llegar al Kyomizudera. Cuando íbamos por Ninenzaka me encontré con uno de los muchos grupos de estudiantes de instituto haciéndose una foto y para no molestar me fui por una pequeña acera que acababan de regar con tanta mala fortuna que me resbalé y casi me mato. Pero mis habilidades ninjas hicieron que no me cayera y las estudiantes se quedaron tan sorprendidas por mi destreza que me aplaudieron y me pidieron que nos hiciéramos unas fotos juntas… Después de esta anécdota, seguimos hasta el Kyomizudera.
El Kyomizudera (templo del agua pura) está totalmente hecho de madera y esta sobre un acantilado. Además dicen que no se uso ni un solo clavo en la estructura… La verdad es que es precioso y para mi es uno de mis sitios preferidos de Kyoto y lo visitamos en una de las épocas más bonita, en otoño, así que aunque no mucho pudimos disfrutar de las hojas rojas.
Una vez hechas las fotos de rigor en la balconada fuimos hasta el santuario Jishu (a mano derecha subiendo una escalinata, dentro del mismo Kyomizudera ). La gracia de este santuario es que está dedicado al amor y se dice que si recorres el camino entre las “piedras del amor” con los ojos cerrados encontraras pareja, y si lo recorres con la ayuda de alguien, la encontrarás vía celestina. Y claro está, estaba lleno de estudiantes que una detrás de la otra intentaban hacer el camino, no vaya a ser que se queden para vestir santos. Este templo me gusto mucho y me pareció muy divertido ver a la gente intentar ir de piedra a piedra.
si no lo consiges les debe quedar trauma a las pobres…
Otra parte destacable del Kyomizudera es la fuente elevada de la que salen tres chorros de los que se puede beber. Dice la leyenda que el de la derecha da larga vida, el del centro prosperidad económica y social y el de la izquierda inteligencia. Pero no debéis abusar de la fuente y beber de los tres que sino una maldición se cernirá sobre vosotros… pero como al final todo el mundo bebía de los tres… allá donde fueres haz lo que vieres!
Al salir del Kyomizudera volvimos otra vez por Ninenzaka y Sannenzaka mirando todas las tiendas de recuerdos y artículos tradicionales hasta llegar a Ryôzen Kannon, que es una estatua enorme, pero es tan grande que se puede ver perfectamente si entrar en el recinto que en el que se ha de pagar. Seguimos caminando hasta llegar a Nene no michi que es una calle que te lleva hasta Gion. Y en esta calle encontramos una sucursal de nuestra tienda favorita, Manekinekonote. Esta era mucho más grande que la que vimos en Nara y tenía un montón de artículos clasificados por animales. Espectacular-espectacular!
Seguimos andando hasta llegar al Santuario Yasaka y allí decidimos coger el autobús otra vez para ir a recorrer el Paseo del filosofo. Cuando íbamos en el autobús vimos que paraba cerca del Heian Jingu decidimos ir a visitarlo. El Heian Jingu es famoso por la torii de entrada que mide 24 metros. El santuario es el segundo más importante de Kyoto y se construyo para conmemorar los 1.100 años de Kyoto. El recinto es bastante grande y tiene unos jardines muy bonitos. Después de la visita nos dirigimos andando hasta el inicio del Paseo del filósofo andando… CRASO ERROR! Porque estaba bastante lejos del santuario y tardamos una eternidad, encima eran las 3 de la tarde y no encontramos ningún restaurante por el camino abierto con lo que acabamos comiendo un sandwich en una especie de bocata que había en una gasolinera.
El camino del filosofo se llama así porque era un paseo por el que el filosofo Kitarô Nishida iba haciendo sus divagaciones. La verdad es que es bastante bonito, aunque la mejor época del año para recorrerlo es la primavera. En unos 20 minutos ya habíamos llegado al final del camino que es donde está la calle que sube al Ginkakuji, que no visitamos. Un poco derrotados nos sentamos a tomar un helado para recobrar fuerzas. Volvimos a coger el bus para ir a Gion para ir a ver el espectáculo del Gion Corner.
El Gion Corner viene a ser como un tablao flamenco japonés. Por el módico precio de 3.125¥ se puede disfrutar de un espectáculo de variedades de unos 45 minutos, en el que se hacen demostraciones de Koto (harpa), Chado (ceremonia del té), Kado (ikebana), Gagaku (música y baile de la corte), Kyogen (obra de teatro cómica), Kyomai (baile tradicional de Kyoto realizado por maikos) y Bunraku (marionetas). Aunque es 100% turístico a mi me gustó mucho.
Después del Gion Corner fuimos andando hasta la zona de Pontocho en busca de un restaurante para cenar. Xavi se pidió unagi setto(anguila), que aunque tenía espinas dice que estaba bueno. Y yo en cuanto llegué al hostel me fui directa al sentô y metí mis doloridas piernas en la bañera con agua hirviendo.
En resumen, aunque acabamos muertos disfrute visitando la parte que más me gusta de Kyoto.
Más fotos del viaje aquí.
Waiii! Al Kyomizudera, nosaltres també vam veure gent caminant a ceges entre les dues pedres, què bo!! I el momento «ninja»! Quint puntazo els estudiants que es van voler fer la foto amb tu 😀
Els mussols de la mannekinote són super-kawaii, si hi haguéssim anar hauria estat la meva perdició!!
M’encanta Kyoto! Només ens va faltar anar al Gion Corner 😉
Com molen els settos, que acabes de dinar totalment satisfet… :9
I la «unagi» estaba més bona del que m’esperava, i una mica dolça.
Ja tens excusa per tornar! Kyoto es una de les ciutats més maques a les que he estat.