Excursión a Kamakura y tarde en Shibuya

Ya quedaban pocos días de viaje y aunque en principio habíamos dicho de ir a Nikko y a Kamakura, decidimos solo hacer una de las dos excursiones. Al final nos decantamos por Kamakura porque está más cerca de Tokyo.

Templo Engaku en Kita-Kamakura


Para ir a Kamakura se puede coger el tren en la Estación de Tokyo y tarda unos 55 minutos. Nosotros nos bajamos en la estación Kita-kamakura y fuimos a visitar el templo Engaku. El Engaku-ji es un templo budista que es del 1282 y está rodeado de muchos jardines y vegetación. La verdad es que vale la pena pagar los 200¥ que cuesta la entrada.

Después de visitar el templo nos fuimos haciendo treking hasta el Gran Buda. El camino no esta tan bien como el del Nakasendo y al menos se tarda una hora y media. Así que es aconsejable llevar algo de agua.

Camino de cabras para ir de Kita-Kamakura al Gran Buda.

El Gran Buda (Daibutsu) no es el más grande del país (el más grande es el de Nara), pero al estar al aire libre da una sensación de ser enorme. Se dice que data del 1252 y al principio estaba dentro de un templo pero un tsunami arraso el templo y el Buda quedó al aire libre. Por 20¥ se puede entrar al interior de la estatua, por dentro no es que sea nada del otro mundo, pero no todo el mundo puede decir que ha estado dentro de un buda. La entrada para ver el Daibutsu es de 200¥ y el horario es de 7 a 17.30h.

El Gran Buda


Después de visitar el Buda y cansados de la caminata anterior nos fuimos a buscar un restaurante donde comer, cerca de la estación de Hase (línea Enoden) encontramos un restaurante con teppanyaki donde te podías preparar tu yakisoba y tu okonomiyaki. No recuerdo el nombre del restaurante por eso pongo la foto de la puerta.

La puerta del restaurante donde comimos.

 

Yakisoba de sépia y Okomomiyaki hecho por nosotros.

 

Después de comer y con un helado de té verde en la mano, nos fuimos a visitar el templo de Hase. El templo es muy bonito y tiene una vista espectacular de la costa de Kamakura. También hay que destacar las miniaturas para hacer las ofrendas y las estatuas de budas súper monos. La entrada cuesta 300¥ y el horario es de 8 a 17h.

Templo de Hase

¿A que es mono?

Para acabar la jornada en Kamakura fuimos a ver la playa de Kamakura. Japón no es famoso por sus playas. De hecho hay muy pocas en las que la gente se bañe. La de Kamakura estaba limpia per había mucha peste a pescado y algunas personas haciendo windsurf. Hacía tanta mala olor que al final no me acerqué para tocar el agua, así que me quedé con la duda de saber si el agua era fría o muy fría.

Vista de la costa de Kamakura desde el templo de Hase.

 

Por la noche nos fuimos hasta Shibuya, ya que habíamos quedado con nuestro amigo Pau para ir a cenar. Le pedimos que nos llevara a un restaurante de Yakiniku porque nunca la habíamos comido. El restaurante que nos llevo estaba en la cuarta planta de un edificio. Y tenía buffet libre por 2.500¥, pero como yo no tenía mucha hambre decidimos pedir de carta. Comimos muchos tipos de carne y la verdad es que todo estaba súper bueno.

Mítica Shibuya por la noche.


Después de cenar nos fuimos al karaoke para acabar la velada, y la verdad es que me lo pase genial. ¡Me encantan los karaokes japoneses! Además Pau se dedico a buscar todas las canciones frikis del mundo y acabamos cantando Macho men, Dragostea din tei y Weird Al Yankovic. A las 12 tuvimos que para de cantar para ir a coger el último tren. En Japón no hay servicio de tren ni metro por la noche, supongo que por esa razón en los barrios más populares puedes encontrar muchos establecimientos 24 horas (karaokes, mangakissa, spas, etc). Nosotros cogimos por los pelos el último tren de la línea Yamanote, pero cuando llegamos a Tokyo Eki, el metro ya estaba cerrado (normalmente cierra entre las 23 y las 23.30 dependiendo de la estación). El problema vino cuando quisimos salir al exterior de la Estación de Tokyo para buscar un taxi, y es que todas las salidas de la estación que encontrábamos estaban cerradas. La verdad es que nos entro un poco de pánico y pensamos que nos tendríamos que quedar a dormir allí. Después de dar muchas vueltas encontramos a un conductor de tren que andaba por allí y le rogamos que nos enseñara el camino y muy amablemente nos llevo hasta la salida.

Yakiniku.

 

Y karaoke.

 

Como el apartamento esta cerca de la estación de Tokyo cogimos un taxi. Los taxis en Tokyo tienen fama de caros. Quizás sí que la tarifa es un poco cara, el problema más es que las distancias son enormes y por eso pagas tanto. Nosotros pagamos 1.200¥. El problema nuevamente es que el taxista no conocía la calle del apartamento (mejor que llevar la dirección escrita es llevar un mini mapa de la ubicación), así que le dijimos que nos llevara hasta la estación de metro que estaba más cerca. Claro está, que no nos dejo en la salida que nosotros conocimos (normalmente en Tokyo cada estación puede tener como 10 salidas y no precisamente cercas una de las otras). Por suerte después de caminar unos 10 minutos encontramos una calle que conocíamos y por fin, por fin llegamos al apartamento.

2 comentarios

  1. miriam 10 mayo 2009
  2. Isabel 22 mayo 2009

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