Llegamos a Ushuaia muy cansados después de muchísimas horas de vuelo. Ya desde el avión vimos que el pequeño aeropuerto de esta población del cono sur de argentina parece un refugio de montaña, todo de madera y tejado a dos aguas muy inclinado. Nada más salir, ves las montañas alrededor, muy cerca y repletas de nieve. Y el canal Beagle parece un mar. Hacia el sur se llega al cabo de Hornos, el fin del mundo. Más allá, estará la Antártida.
Llegar al continente helado es demasiado caro, 5000 euros, precio oferta. Además, en la Tierra del Fuego hay muchos atractivos. Pero eso lo veríamos días más tarde. Primero, nos dirigimos al Bed & Breakfast de una señora muy simpática: María Cristina, que dirige el Nahuel B&B desde hace veinticuatro años. Por su casa han pasado turistas de todas partes. Curiosamente, nos cuenta que últimamente muchos turistas franceses han cancelado las reservas, seguramente debido a los atentados de París acontecidos solo tres semanas antes. Nosotros nos sorprendemos y le damos nuestra opinión sobre este asunto. Pensamos que es exagerado cancelar un viaje a Argentina por un atentado en Francia. Pero la psicosis se extiende, y tampoco puedes culpar a la gente de tener miedo.
Nuestra habitación en el B&B Nahuel
Luego la señora María Cristina nos responde a todas las preguntas prácticas que tenemos sobre Ushuaia. Dónde podemos cambiar dinero en un lugar no oficial, cómo visitar el Parque Nacional Tierra del Fuego o dónde hay un supermercado. Nos avisa de que el martes es feriado por la virgen, y le contestamos que en España también. Entonces nos pregunta si en España la gente es muy religiosa. Nos sorprende mucho la pregunta y le explicamos que cada vez menos. Ella nos confiesa que había llegado a pensar que la religión cristiana y todos los santos y vírgenes solo había sido un truco de los conquistadores españoles para someter a los indígenas.
Por cierto, la habitación es la mar de correcta, con tele y wifi. El baño es compartido, pero el desayuno está incluido y a la hora que queramos. Luego salimos a cambiar dinero y después vamos a almorzar en el restaurante El Turco. Al ver el platazo que están comiendo en la mesa de al lado, nos decidimos por una «milanesa rellena completa». Este plato son dos bistecs muy tiernos uno encima del otro, con una capa de queso fundido y jamón dulce en medio y todo el paquete empanado, acompañado con patatas fritas y dos huevos fritos por encima. ¡Ahí es nada!
Milanesa para recuperar fuerzas
Por la tarde paseamos un poco hasta la oficina de información turística del puerto. Hace mucha más calor de lo previsto: 16 ºC. Más tarde tomamos un taxi para subir por una carretera de 7 km hasta el glaciar Martial.
Este es un glaciar muy pequeño, de tipo «circo». Aquí antes había una pista de esquí, pero ahora está seca. Además, el telesilla hace cuatro años que no funciona desde que tuvo una avería y el Gobierno no quiso dedicar fondos a repararlo. Pero ascendemos por el camino para llegar a ver el glaciar. Junto al camino discurre un riachuelo de aguas cristalinas que se hace más estrecho conforme vamos subiendo. Al frente y a ambos lados, cimas nevadas tras un bosque denso. Al cabo de treinta minutos llegamos a tocar la nieve en el mirador.
Al echar la vista atrás vemos el canal Beagle y muchas más montañas nevadas a lo lejos. Hace diez mil años, el glaciar llegaba hasta el mar, pero luego el hielo se fue apartando. El miniglaciar actual es un hueco entre las vertientes montañosas donde se acumula la nieve y poco a poco va erosionando el terreno. Respiramos aire puro y, cuando nos cansamos de contemplar el paisaje, volvemos a bajar.
En el inicio del camino hay una tetería espectacularmente bien decorada, se llama Tea House y tiene habitaciones para huéspedes y una tienda de cosas monas. Vale la pena tomar algo solo para hacerse una foto, aunque los precios son desorbitados y es que toda Ushuaia es bastante cara.
Finalmente, y como estamos hechos polvo tras el largo viaje desde España, volvemos al B&B a ducharnos, relajarnos y escribir estas líneas. Mañana seguiremos explorando.
Datos interés
Taxi del aeropuerto al B&B Nahuel: 138 pesos. Lo reservamos a través del hotel con Remis Carlitos. Pudimos pagar en el aeropuerto con tarjeta de crédito.
B&B Nahuel (25 de mayo, 440): Habitación doble con desayuno y baño compartido: 87€
Hotel Antártida Argentina (Rivadavia 172): cambio euros a 14,5 pesos (diciembre 2015)
Restaurante El Turco (Av. San Martín 1440): Milanesa completa 160 pesos, agua 50 pesos, cubierto 5$
Taxi del centro de información turística al cerro Martial: 110 pesos. Taxi de vuelta: 102 pesos
Estuve en Ushuaia pero solo de tránsito para el Perito Moreno, una pena no haberme quedado unos días.
Saludos viajeros
El LoBo BoBo
¡Qué lástima! Los paisajes de Ushuaia son especiales. Espero que puedas volver pronto 🙂
Fantástica entrada, estaremos atentos a los próximos posts. Saludos!
¿Desde qué ciudad volasteis?
Hola Cristina,
A Ushuaia llegamos desde Buenos Aires en avión. Fue nuestra primera parada en Argentina, ya que hicimos un vuelo Barcelona – Buenos Aires – Ushuaia.
Un saludo,
Que bien haber descubierto este blog, nos viene de maravilla para preparar nuestro viaje. Esta muy bien, enhorabuena.
Os puedo hacer una pregunta, para volver del glaciar martial, como conseguisteis el taxi? estan alli donde Tea house, o ya lo teníais contratado con la ida
Y otra pregunta más, en la tea house, que decis que es carilla, se puede tomar simplemente un te, que por muy caro que sea deberia ser asumible o es necesario pedir comida o algo mas??
Hola Jorge,
Sí, claro. Si quieres puedes tomar solo un té. 🙂
Los precios en Ushuaia son un poco desproporcionados, al menos cuando fuimos nosotros. Ahora con la depreciación del peso, quizás sea todo un poco más asequible.
Hola Jorge,
Justo cuando llegamos a la Tea House llegaba uno y subimos. No hay parada de taxis en el glaciar, pero suele haber bastante movimiento. Si te preocupa no encontrar puedes pedir el teléfono a uno o acordar una hora para que te vengan a buscar 🙂
Un saludo,
Hace años lo visité y me encantaría volver.