Se nota que estamos entrado en la recta final del viaje, porque normalmente a estas alturas solemos aflojar el ritmo un poco. Muchas veces olvidamos que estamos de vacaciones y que también se tiene que saber disfrutar del placer de no hacer nada. Al mediodía llegamos a la ciudad de Siracusa, donde solo habíamos podido reservar una noche. Como era miércoles de Semana Santa y al día siguiente empezaban las vacaciones para todo el mundo católico y las procesiones, encontrar alojamiento resultó ser un calvario.
En Siracusa, nos alojamos en la isla de Ortigia, el centro de la ciudad. Allí es bastante complicado aparcar porque está prohibido en casi toda la isla y la zona azul es muy cara. Por suerte, encontramos aparcamiento no muy lejos de la isla, en una zona gratuita.
Siracusa fue fundada en el 734 a.C. por Arkias, que provenía de Corintio. En la zona en la que se instaló la colonia abundaba mucho el agua y por eso fue bautizada como Syraco (pantano). Arkias y los colonos griegos que lideraba se instalaron en el islote de Ortigia tras expulsar a la población autóctona tierra adentro. Con los años, fueron pasando romanos, godos, bizantinos, árabes, normandos, suevos (sí, sí, también), españoles y, finalmente, se anexionó al reino de Italia en 1870.
Esta amalgama de civilizaciones han contribuido a crear la Siracusa actual, que se nos mostró como una ciudad con mucho encanto en la que poder disfrutar de los pequeños placeres de la vida (helados entre otros).
En Ortigia nos alojamos en el B&B Globettoter donde, al final, nos acabaron ofreciendo un apartamento para dos al lado de la Piazza del Duomo, el centro neurálgico de la ciudad. Las empleadas del hostel son todo un ejemplo de profesionalidad y saber hacer, y nos ayudaron a buscar alojamiento para la noche siguiente en otro hostal, ya que el suyo estaba lleno.
Con el tema del alojamiento resuelto, salimos a pasear por la isla. Llegamos hasta el extremo sur, donde está el castillo de Maniaca, y decidimos pagar la entrada para verlo por dentro. No os recomiendo que paguéis los cuatro euros que cuesta porque hay poco que ver. Tras una comida rápida, fuimos al coche para visitar la ciudad de Noto, que está a 30 minutos de Siracusa.
Noto, al igual que Siracusa, Ragusa y Módica, quedó totalmente destruida tras el terremoto de 1693. Los nobles de la ciudad decidieron reconstruirla a la moda de la época, lo que dio como resultado una ciudad barroca espléndida. A pesar de ello, la ciudad fue cayendo poco a poco en la desidia arquitectónica, hasta que en el 2002 la cúpula de la catedral de San Nicolás acabó derrumbándose como resultado de tan mala gestión. Al parecer, todo el mundo sabía que la cúpula estaba agrietada, ayuntamiento incluido, y no hicieron nada para evitarlo.
Lo positivo es que el derrumbe de la cúpula fue un buen toque de atención para las autoridades, que se pusieron manos a la obra no solo para reconstruir la cúpula, sino también para rehabilitar todo el centro histórico.
El centro no es muy grande, todos los edificios barrocos se sitúan entre el Corso Vittorio Emanuelle y la Via Cavour. La mejor hora para visitar Noto es el atardecer, cuando los rayos del sol se reflejan en las piedras de color rosado de los edificios principales. En el museo cívico, se venden las entradas para visitar en el Palazzo Ducezio la sala de los espejos, el interior del Teatro comunale Vittorio Emanuelle, que es del siglo XIX, y el propio museo cívico (que no visitamos).
Lo mejor de Noto es disfrutar de la tranquilidad y la calma de la ciudad. Por ejemplo, sentándonos tranquilamente a tomar un helado, ya sea en cucurucho o en brioche. A mí me encanta el helado y me gusta mucho el brioche, así que la combinación prometía, pero al final resultó como comerse un bocadillo de helado y no me gustó mucho.
Datos de interés:
1. Castillo de Manica: 4€ de 9 a 13.30 h.
2. Café Constanza (Nota): helado en cono: 2€, helado en brioche: 3€.
3. Entrada para ver el palacio, el teatro y el ayuntamiento: 3€
4. Apartamento Globetrotter: 50€ sin desayuno.
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Tiene pinta de ser una ciudad preciosa, el año pasado estuve a punto de ir para allá, tenía ya los vuelos y todo pero Ryanair lo canceló y me quedé con las ganas. El bocata ese de helado tiene muy buena pinta, con lo golosa que soy!!!! jejejeje. Un abrazo. 😉
Pues qué rábia! Nosotros fuimos con Ryanair y por suerte ningún problema. A ver si te puedes escapar pronto. ^___^
Curioso lo del bocadillo de helado…jeje
Me están entrando ganas de visitar Sicilia con tus relatos…será de lo poco que me quede de Italia cuando regrese de Venecia. 🙂
Un saludo!
Hola Toni!
Lo del «bocadillo de helado» en el único sitio que lo he visto en Italia ha sido en Sicilia. A mé cada vez me gusta más el sur de Itália, es lo más. 😀
A mí Siracusa me gustó mucho. En Noto no estuvimos, pero parece tener mucho encanto… Recuerdo también unos helados que nos tomamos de aupa, jejeje
Menuda suerte tuvisteis (viendo el panorama) de encontrar alojamiento, aunque fuera por un día ¿no? ¿Qué hicisteis el día siguiente?
Un saludo
Hola Helena!
Pues Noto es pequeña y está bien para pasar la tarde. Al final encontramos una seguda noche en Siracusa… ya verás en la proxima entrada! ;D
Aix, amb aquesta entrada m’han entrat unes ganes de menjar gelat a Itàlia! He comptat fins a sis gelats a les fotos XD
Així m’agrada! 😀 Veig que ets la unica que s’ha posat a comptar els gelats que surten a les fotos, per això lo del «al rico helado» XD
Yo no sé si me habría atrevido a comer un bocata de helado y eso que el helado me encanta!! jejeje
Hace tiempo que tengo ganas de ir a Sicilia y con tu relato, más!!
Saludos
Hola Isabel!
Hace unos años vi un documental en la2 sobre Sicilia que me encantó y siempre he tenido ganas de visitar Siracusa!
A mi también me encanta el gelatto y un día me puse a trastear por la wikipedia y vi ésto: http://it.wikipedia.org/wiki/Granita Desde entonces tengo ganas de probar el combinado: de helado+brioche.
Lástima que no estuviera tan bueno, aunque siempre nos quedará el helado solo, que está muy rico!
=)
Un lugar tranquilo, con muy buena pinta para aflojar la marcha y relajarse 😀
Que pintaza tienes ese helado y eso que me pilla tu lectura en mitad de la merienda jeje
Un abrazo!!!!! 😉
Estos lugares parece que se van a deshacer con la lluvia convirtiéndose en barro. Me encanta!
Hola!!
Veo que el 2012 te encontró viajando, cuantos lugares para conocer…..me alcanzara una sola vida??, jijiji
Que tengas muchos proyectos para este año y un abrazo de oso.
EStos posts tuyos sobre Sicilia me recuerdan tanto a mi viaje… Nosotras nos alojamos en Modica (preciosa, maravillosa y decadente como pocas) y desde allí visitamos Noto, Ragusa y Siracusa. Aún recuerdo el sol, la luz sobre los monumentos, los helados que nos tomamos en Ragusa (nuestra favorita) y el azul turquesa del agua en Siracusa… Mil gracias por hacerme volver, por un rato, a Sicilia
El 10 de mayo estaremos en Siracusa, gracias por la informacion!!
Vamos a recorrer Sicilia con mi compañera, somos de Buenos Aires.
Hola,
Yo quiero ir a Sicilia en Septiembre y pasar a Malta con el ferry desde Pozzallo pero las oficinas de alquiler de coche cierran muy temprano. Hay otra manera en Pozzallo de dejar el coche aunque la oficina esté cerrada?
Hola Sandra,
Tendrías que preguntar a la agencia donde alquiles el coche. A veces tienen un buzón donde dejar las llaves en caso de llegar cuando está cerrada, pero no todas lo tienen.
Un saludo,
Hola! Podrías decirme dónde aparcaste finalmente? Iré en coche y no sé muy bien donde se puede aparcar. Gracias