Voy a contaros una escapada de cuatro días que hicimos a Múnich, donde pasamos las vacaciones de Semana Santa en compañía de amigos. Tener amigos en el extranjero es una doble suerte, porque te permite conocer un lugar desde la perspectiva de alguien que lleva allí viviendo una temporada. Ya hacía casi seis meses que no subíamos a un avión, desde el último viaje a Uganda, y estábamos muy animados. Una vez en Alemania, en el aeropuerto Franz Josef Strauss nos estaban esperado Jörg y Laurel (Montains and monkeys), que fueron nuestros anfitriones los dos primeros días del viaje. Mi amistad con Laurel empezó en el blogtrip que hice por el Montseny el año pasado. A Laurel le apasiona la naturaleza y los deportes de aventura, así que nada más dejar el equipaje en su casa, nos pusimos en marcha para ir a conocer los Alpes bávaros que tanto le apasionan.
A una hora en coche de Múnich y cerca de la población Garmisch-Partenkirchen está el Olimpia Skistadion, un estadio donde se celebran competiciones de saltos de esquí. Si se tiene suerte, puede verse a los deportistas entrenando y volando por los aires. Ese día, sin embargo, aunque estaba todo nevado, la nieve no era de buena calidad y las pistas de esquí de los Alpes estaban vacías de esquiadores.
Desde el Olimpia Skistadion tomamos el sendero en dirección al Forsthaus Grasek, un hotel-restaurante tradicional bávaro situado en lo alto de la montaña y al que se accede tras una caminata de una hora. Los Alpes en invierno son preciosos, todo estaba nevado y parecía de postal, con lo que no podía parar de hacer fotos. Una parte del sendero discurre por la garganta de Partnachklamm, un congosto que transcurre entre saltos de agua transformados en haces de carámbanos bastante espectaculares.
El sendero estaba muy bien cuidado y no era nada difícil de seguir, pero fuimos justo el día en que estaba cerrado por mantenimiento. Solo lo cierran durante dos semanas al año y coincidieron con nuestra visita. Por otro lado, los desprendimientos de hielo podrían haber planteado algún peligro.
A pesar de que nos quedamos sin subir por el camino de montaña, hay otra manera más fácil y también con mucho encanto de acceder al refugio de Forsthaus Grasek. A veinte minutos andando del Olimpia Skistadion y a pocos minutos del inicio del sendero se encuentra el Graseck Seilbahn, que dicen que es el teleférico más antiguo del mundo. Este teleférico de estilo un poco retro pero encantador te lleva hasta lo alto del refugio en apenas cuatro minutos. Fue construido en 1954, y aún conserva las cabinas originales.
Así llegamos al hotel-restaurante Forsthaus Graseck, un hotel típico de montaña en el que paramos a comer comida típica de Baviera. Me sorprendió que, a pesar de que estábamos a una temperatura por debajo de cero grados, todos los clientes del restaurante estaban comiendo y tomando cerveza en la terraza del restaurante. Nos quedó claro que el invierno se había alargado más de la cuenta y la gente ansiaba la llegada del buen tiempo. Y, al fin y al cabo, en ese momento hacía un poco de sol.
Tuvimos para nosotros solos todo el interior del restaurante, que estaba decorado de manera tradicional. Laurel me comentó que habitualmente cuando hacían senderismo por los Alpes acababan siempre comiendo en un restaurante-cabaña como el que habíamos ido. La comida es bastante contundente, normal para soportar las temperaturas gélidas de la región. Por sugerencia de nuestros anfitriones probamos el käsespätzle que es un plato que se compone básicamente de pasta cocinada con huevo y queso que estaba muy bueno.
El lugar era de ensueño y fue una manera excepcional de empezar nuestro periplo por Baviera.
Datos de interés:
1. Se puede llegar en tren hasta el pueblo de Garmisch-Partenkirchen. Podéis consultar los horarios aquí.
2. Teleférico ida y vuelta: 6€
3. Restaurante Forsthaus Grasek: allgäver käsespätzle: 9,90€, Molzfällersteak: 11,90€, apflestrudel: 3,90€.
¡Precioso! Y muy interesante.
Saludos
Ese strudel me está lamando …
Hola Isabel.
Totalmente de acuerdo con eso que dices qeu está muy bien tener amigos en el extranjero, pues te ayudan en tu viaje y además, por qué no decirlo, te ahorras unas pelas en alojameinto.
A mí me encantan los alpes alemanes. Yo estuve en Garmisch-Partenkirchen hace ya 6-7 años y la verdad es que me pareció un lugar increible.
Un abrazo.
Precioso entorno … además apetece … apetece hacerlo pensando en que la recompensa será un genial restarante de gastonomía bávara con esa pasta de queso y cebolla que me pierde y una buena cerveza de trigo!.
Había visto fotos preciosas del lugar, pero en verano. Al parecer ese sitio es de ensueño en cualquier época! Hermosas las fotos!
Joder que frio me ha entrado de repente… Un bonito paseo, pero a ver quien es el guapo que pasa por debajo de esos bloques de hielo…
Isabel/Xavier excelente el relato, me estimula mucho preguntarles si saben si se puede ir en fines de Agosto, si está abierto al público el sendero y lo mismo ese restaurante ? Somos de Argentina y queremos hacer algún trekking inolvidble de unas horas como ese !
Muchas Gracias desde ya !
Pablo y Gabriela (53 y 51 años)
Hola Pablo,
En verano seguro que estará abierto el sendero al igual que el restaurante. De bajada podéis utilizar el teleférico si estáis muy cansados.:)
Hola, saben si los Alpes Bavaros están nevados en mayo, aunque sea el pico más alto?
No sabría decirte. A nosotros en abril nos cayó una buena nevada, pero no sé si en mayo seguirá nevado.