Hoy os proponemos una ruta para salir a caminar por Barcelona, tanto para los que vivís en la ciudad como para los que tengan alojamiento en Barcelona durante las vacaciones. Apta para todos los públicos y con una deliciosa recompensa final.
La carretera de les aigües está en el Parc Natural de Collserola y es uno de los límites naturales de Barcelona. Esta carretera es uno de los lugares preferidos por los barceloneses para salir a caminar, correr o ir en bicicleta, y tanto es así, que los fines de semana puede parecer que se está paseando por las Ramblas.
La semana pasada, después de trabajar salí con Sonia y Mireia, compañeras de peripecias durante mi viaje a la India, para dar un paseo y despejar la cabeza de los rutinarios problemas laborales. La manera más fácil de llegar a la carretera de les Aigües es con los ferrocarriles catalanes que salen de la estación de plaza Catalunya. Hay que coger la líneas S1 o S2 hasta la parada Peu del Funicular y allí el funicular hasta la estación Carretera de les Aigües.
Una vez en la carretera, podemos seguir diferentes itinerarios. Nosotras fuimos dirección al áera de los miradores de Sant Pere Màrtir. Lo mejor de la carretera de les Aigües es que estás en plena naturaleza al lado de la gran ciudad. De hecho, y aunque parezca increíble, encontramos hasta un conejo por el camino (!) y en los contenedores de la basura se advierte de que no se debe dejar bolsas con restos de comida fuera para que no se la coman los jabalíes.
Además, desde la carretera de les Aigües se pueden contemplar las mejores vistas de Barcelona. Cuando llegamos a la altura de la calle Camí de Lliçà, empezamos la vuelta al centro de la ciudad. Ese punto está indicado con un cartel que señala que en esa dirección se va hacia la parada Sarrià de los Ferrocarriles de la Generalitat.
Descendimos por la zona de Can Caralleu hasta llegar a Major de Sarrià. Antiguamente, la ciudad de Barcelona era muy pequeña y en la época romana solo ocupaba el actual barrio gótico, pero poco a poco se fue extendiendo hasta absorber los pueblos cercanos. Lo más curioso es que aquellos antiguos pueblos, que ahora son barrios de Barcelona, aún conservan parte de su casco antiguo. Este es el caso de Sarrià y la calle Major de Sarrià, que era la artería principal.
Tengo que advertiros que Sarrià es uno de los barrios altos de Barcelona y, por lo tanto, de los más caros, y eso se nota en los comercios que se encuentran en esa calle, que además de estar muy cuidados, venden productos muy selectos. Entre ellos se encuentra el bar Tomás de Sarrià, un pequeño local que conserva la pátina de antaño y en el que su plato estrella son las patatas bravas.
De hecho, las patatas bravas del Tomás son míticas y despiertan por igual ardientes defensores y detractores. Personalmente, lo que más me decepcionó fue el tamaño de la tapa, que era un platito pequeño, como de café. Como a mí me encantan las bravas y soy capaz de comerme un plato de tamaño postre yo sola, pedimos un platito para cada una. Me llamaron la atención dos cosas: la forma en que estaban cortadas, como si fueran patatas alargadas gordas y las dos salsas que las acompañaban: alioli y aceite picante. El veredicto: muy buenas, aunque yo aún sigo buscando la patata brava perfecta.
Datos de interés:
Bar Tomás: calle Major de Sarrià, 49. Platico de bravas: 2,60€
Uy qué diferente a las patatas bravas que yo conozco!! Yo las imaginaba con una salsa de color rojo y no blanca! jajajaja Y de precio cómo anda??
Un abrazo
Pues carillas, a 2,60€ el platillo (es que es el barrio pijo de Barcelona). Aquí también las hay con salsa rosada o con alioli y tomate picante. En el bar Tomás eran con alioli y un aceitillo picante por encima…
Estoy en la parra! He visto que has puesto el precio! 😛
Viendo la hora que es seguro que esas patatas bravas entraban con gusto.
Aunque como dice M.C. las que suelo tomar yo son con salsa de tomate picante, se nota que somos madrileños y por allí son las que se estilan 😀
Tienen una pinta estupendísima y la verdad a estar horas como que apetecen, con lo que me gustan!!! Un besote. 😉
estas patatas son míticas de verdad!!!
Un post ideal para ir abriendo el hambre! Me han hablado siempre muy bien de las bravas del Bar Tomàs… pero creo que el listón me lo dejaron tan alto en Sagàs que es difícil de superar…
Ah, en Granollers hay una churrería donde te las ponen con Allioli y son maravillosas…
Un saludo
basta ya!!! dejad el tema de las patatas bravas! qué ansia y qué hambre!!! 😉
Entre el post con las bravas y las fotos que acabas de poner en twitter me estás amargando la noche… joer! que hambre!
Tiene buena pinta la ruta que comentas y más así de cerca de la ciudad, ideal para escaparse un ratillo.
Un saludo
Casi, casi… es la distancia que recorrimos nosotros para ir al parque güell jejejeje… Desde luego sabiendo que al final del viaje tienes bravas y cervecita… se lleva todo mucho mejor.
Que de sitios chulos has visitado…A mi también me encanta viajar. Te invito a mi blog de hoteles exclusivos sinentarentucasa.blogspot.com.es
Feliz finde¡