Después de visitar Oxford fuimos hacia la estación de tren para ir a Londres. De Oxford a la estación de Paddington en Londres se tarda unos 90 minutos y el precio varía según la hora. Nosotros cogimos el tren a las 13 horas y valía por persona 19,95 libras. Aunque curiosamente nos hicieron precio de grupo (¡éramos solo cuatro!) y al final nos costó 9,95 libras.
Después de llegar a Londres, comprar la travelcard off-peak e ir a dejar las maletas al hotel, nos fuimos a visitar la ciudad. El primer lugar que visitamos fue la zona de Covent Garden. El Covent Garden que había sido un mercado cubierto de Londres al lado de la Opera House (escenario donde se inicia la obra de Bernard Shaw «Pygmalion») es ahora una zona de ocio muy animada con restaurantes, tiendas y artistas callejeros. Uno de estos artistas pidió un voluntario y allí que se fue Xavi para hacer soporte del malabarista.
Después de visitar Covent Garden nos fuimos caminando hasta la zona de Leicester Square donde hay muchos teatros y restaurantes. Por esa zona hay muchos puestos en los que puedes comprar entradas para musicales el mismo día con descuento. Nosotros queríamos ir a ver Wicked pero para ese día solo quedaban de las mejores entradas y costaban 45 libras. Si queréis ir a ver un musical en concreto y no queréis gastaros mucho dinero, mi consejo es que compréis la entrada por Internet y con antelación. Sorprendentemente las entradas para un musical van de las 15 a las 85 libras, y en el sitio de las más baratas se ve bien la obra, aunque son las primeras que se venden.
Como no conseguimos entradas, fuimos caminando hasta llegar a Picadilly Circurs y sus famosos carteles de neón. La verdad es que Picadilly Circus es una plaza un poco fea y los neones no llegan a ser tan impresionantes como los de Times Square en NY.
Desde Picadilly subimos caminando por Regent Street, una de las arterias comerciales de la ciudad, y allí señalé en el mapa las tiendas que iría a visitar con Miriam en nuestra escapada de compras: Uniqlo, GAP, National Geographic… En Regent Street entramos en una juguetería enorme llamada Hamleys que tenía como 6 plantas. Subiendo por Regent Street y a mano derecha se llega a Carnaby Street, que es una calle comercial que se hizo famosa en los años 60 ya que era una zona muy visitada por los mods, aunque para mí carecía de encanto…
Después fuimos callejeando hasta llegar a Chinatown y al Soho. Por la zona fuimos a cenar a un restaurante japonés que os recomiendo altamente: El Tokyo Diner. El Tokyo Diner es un restaurante que tiene una decoración típica japonesa y una comida japonesa auténtica (en Barcelona el 90% de los restaurantes japoneses son chinos). Los dueños son japoneses y por tanto mantienen las costumbres del país, como que no hay que dar propina y ofrecerte té gratuito para beber. El restaurante está abierto de 12 a 12 todos los días del año y el menú, que está en inglés y japonés, tiene precios asequibles.
Después de cenar, como hacía frío y tenía los pies mojados por la lluvia (nos hizo muy mal tiempo en Londres) me fui a cambiar de zapatos y calcetines al hotel. Ya con los pies calentitos, volvimos a salir para visitar el Big Ben y Westminster. Tras callejear un poco y muertos de frio decidimos volver al hotel parando antes en un pub para tomar algo.
M'ha agradat la referència a Pygmalion. Està bé, no? Jo me'l vaig llegir fa molts anys al cole, en català. Ara tocaria en anglès!
Per cert, la foto del Tokyo Diner, amb el Jordi a la porta 😀
Doncs si està molt bé, amb un final… diferent! Ja te'l deixaré.
Je, je! I el Xavi camuflat! 😛