Al mirar por la ventana, me percaté de que las calles de Cuzco estaban mojadas. Había caído una tormenta durante la noche y ni me había enterado. Bajamos a desayunar al patio de la casa, donde Sonia nos había preparado una tortilla de tomate que me recordó a las que me comí en mi viaje por la India. Aún estaba nublado y hacía tanto fresco que decidí ponerme la chaqueta y el gorro antes de terminar de desayunar.
Esa mañana habíamos pensado de ir a Chinchero, una localidad cercana conocida por su mercado dominical y ruinas incas. Fuimos bajando poco a poco una de las colinas de Cuzco hacia la estación de autobuses, pero al llegar allí nos dimos cuenta de que si íbamos a Chinchero, no nos daría tiempo de volver a tiempo para hacer el Cuzco City Tour que habíamos contratado el día anterior. Quizás el mal de altura no nos había afectado mucho, pero nuestros cerebros iban un poco más lentos de lo normal. Así que decidimos volver hacia el centro de la ciudad. Si el camino era de bajada, irremediablemente a la vuelta era de subida y es entonces cuando uno se da cuenta de que está a 3300 m de altura. ¡Y se nota! Nos quedábamos casi sin oxígeno cada diez pasos, así que tuvimos que ir parando aquí y allá.
En la actualidad, como en tiempos de los incas, el corazón de Cuzco es la Plaza de Armas. Esta plaza sustituyó al Huacaypata original, el centro neurálgico de la ciudad inca, aunque de esta quedó muy poco tras la llegada de los españoles, y los edificios de sus alrededores fueron sustituidos por otros de arquitectura colonial. Los ejemplos más evidentes son la iglesia de la Compañía de Jesús, en el extremo suroriental de la Plaza, y la catedral, que se levanta donde antiguamente se alzaba el palacio del Inca Viracocha. Para entrar en la catedral hay que pagar, así que ese día decidimos no hacerlo. Las dos estructuras quedan enmarcadas por edificios de dos plantas porticados que albergan tiendas de recuerdos, agencias de viajes, bares y restaurantes. Como Pizarro, que fue quien lideró la conquista de Perú a partir de 1532, era natural de Trujillo, es normal que la Plaza de Armas de Cuzco tenga parecidos razonables con la Plaza Mayor de Trujillo.
El City Tour empezaba a las 14 h, así que sobre la una fuimos a comer. En el centro de Cuzco hay muchos restaurantes con menús turísticos. Más o menos todos tienen los mismos precios y los mismos platos en la carta. Optamos por el restaurante Paprika y comimos choclo (maíz) con queso, sopa de champiñones, trucha a la plancha y lomo (de alpaca) salteado. El lomo de alpaca está muy bueno, la carne tiene una textura parecida a la ternera y nos explicaron que es muy sana porque casi no tiene grasa ni colesterol.
A la hora indicada nos presentamos en la agencia donde habíamos contratado el City Tour por Cuzco y uno de los encargados nos llevó hasta una plaza colindante porque los autocares tienen prohibida la entrada a la Plaza de Armas. La primera parada de la visita la hicimos en el Qoricancha, el antiguo templo del sol y uno de los centros de culto más importantes y ricos del Imperio inca. Sobre él se construyó el convento de Santo Domingo. Los muros del templo original sirvieron de cimientos para el convento, pero quedaron al descubierto tras el terremoto de 1950. Dicen que en tiempos de los incas, el templo estaba cubierto de oro y tenía estatuas en forma de maíz de oro macizo que se usaban en los rituales. Además, el Qorikancha era un centro astronómico. La entrada al Qorikancha cuesta 10 soles, porque no está incluida en del boleto turístico, una entrada conjunta para muchos centros de interés que compramos en la siguiente parada.
Tambomachay está a más de 3700 metros de altura y se sitúa a las afueras de Cuzco. Se dice que una de las fuentes que allí hay es la fuente de la eterna juventud. Nosotros no bebimos de ella porque era más probable que pilláramos una ameba que la inmortalidad. Aunque esa leyenda no sea del todo cierta, lo que sí se sabe es que en Tambomachay se celebraban rituales de culto al agua.
Justo delante, al otro lado de la carretera, está Pukapukara, que significa «fortaleza roja» y que toma el nombre del color rosado que adquieren sus rocas al atardecer. Aun así, no era una fortaleza y su uso parece ser que estaba destinado a ser un punto de vigilancia o una fonda para los mensajeros y viajeros que llegaban a Cuzco. La siguiente parada fue Q’enko, una roca enorme con un extraño granado laberíntico en la parte superior y una cueva donde se hacían sacrificios rituales y otra donde se momificaba a los nobles. Estas ruinas tenían un aire muy inquietante y misterioso, y hay muchas teorías fantásticas sobre el posible uso del esquema laberíntico de la roca.
El Cuzco City Tour finalizaba en las ruinas más impresionantes que se pueden visitar en Cuzco: las de Sacsayhuamán. Esta era una fortaleza situada a las afueras de la capital inca de la que actualmente apenas quedan los cimientos. Aun así, es increíble ver lo bien ensambladas que están las rocas que forman las paredes, sin usar cemento, únicamente a base de pulir los cantos para que encajaran a la perfección.
Y lo más sorprendente es que algunas de ellas miden más 8 metros de alto. Además, una de las curiosidades de la fortaleza es que hay 24 llamas representadas en los muros, que simbolizan los espíritus de la montaña. Sacsayhuamán fue construido en 57 años por cerca de 20 000 hombres, que transportaron y tallaron piedras de hasta 60 toneladas.
Por desgracia, llegamos a las ruinas cuando casi estaban a punto de cerrar y no tuvimos tiempo de deambular por ellas como nos hubiera gustado. Al terminar la visita guiada, volvimos a Cuzco. Era de noche y seguía haciendo bastante frío, así que fuimos a una cafetería para comer algo ligero antes de ir al hotel. Bueno, esa la intención original, pero entonces vi que en la carta tenían un plato llamado salchipapas. Me llamó tanto la atención, que lo tuve que pedir. Eran patatas fritas con tiras de salchichas frankfurt encima. No era muy ligero, pero decidí tentar a la suerte.
A tener en cuenta:
1. Se puede hacer la visita a Tambomachay, Pukapukara, Q’enko y Sacsayhuamán por cuenta propia. Solo hay que ir hasta la estación de autobuses que llevan a Pisac y pedirle al conductor que os deje en Tambomachay. Luego, a partir de allí se puede ir andando cuesta abajo, pasando por las diferentes ruinas de vuelta a Cuzco.
2. Para más información para organizar un viaje a Perú, consulta nuestra guía del viaje de 15 días por el sur del Perú.
Datos de interés:
1. Cuzco City Tour: 15 soles + entradas
2. Misky Café: Inka Cola: 2,5 soles; mate de coca: 1,5 soles.
3. Restaurante Paprika. Calle Espaderos. Menú turístico: 14 soles.
4. Entrada Qorikancha: 10 soles.
5. Boleto turístico: 130 soles
6. Restaurante Antojitos. Calle Márquez, 278. Salchipapas: 6 soles; sándwich de pollo: 7 soles; delicia de canela: 4,50 soles; Inka Cola: 2 soles.
no dejes de conoces el tmeplo de los monos y el templo de la luna!!
¡Hola Chule!
No tuve la ocasión de visitarlos, me los apunto para la próxima vez. 😀
Un saludo,
Cómo organizáis al dedillo todo lo que queréis visitar? lo planificáis todo antes de salir o según el día y el tiempo vais a un lado u a otro?
Qué nombres tan complicados tienen algunos pueblos!!
¡Hola Glo!
Sí, los nombre tienen miga. Sobre lo que comentas, depende del día, normalmente antes de ir planificamos un poco cuantos días dedicaremos a cada ciudad, pero una vez allí vamos haciendo las cosas según nos apetece o el tiempo que hacer…
Por curiosidad, veo que siempre actualizas, quiero decir, ¿no llega un momento en el que no sabes que escribir? al fin y al cabo es un blog y supongo que no se puede estar viajando siempre. Estaria bien una respuesta extensa, no algo escueto.
¡Hola Dani!
De momento tengo bastantes relatos por escribir: estoy al inicio del viaje a Perú (lo que dará para unos 15 relatos en total) y tengo pendiente los relatos del viaje a Túnez que hicimos en abril que serán otros 8 relatos más. Además tenemos dos viajes en el horizonte.
Sobre el tema de escribir, aunque llegue un día en el que no podamos viajar, siempre se puede escribir de viajes anteriores al blog (que hay unos cuantos) o de excursiones cerca de donde vivimos. Creo que mientras se tenga ganas de escribir, siempre habrán temas para comentar en el blog.
Espero que la respuesta haya resuelto tu consulta.
Un saludo,
M’ha fet gràvia veure la foto de la plaça de Cuzco i poder comparar-la amb la de Trujillo. Realment la catedral i els edificis amb arcs recorden a la Plaza Mayor de Trujillo.
Si, si, quan varem ser a Trujillo vaig flipar bastant… 😀
Recien llegaditos de Perú me encanta leer tu relato, me trae recuerdos recientes.
Nosotros subimos en bus de linea hasta Tambo Machay y bajamos caminando, nos llevo toda la mañana pero lo recomiendo. El paisaje es precioso, aunque nos confundimos y fuimos por senderos «no oficiales», aun mejor, pues vimos ruinas escondidas.
Un besico y te sigo leyendo
Buen relato, importante señalar que en el Qorikancha se encuentra la arquitectura más fina de todo Cuzco, pues era un lugar sagrado. Las uniones entre las piedras son prácticamente perfectas, no cabe ni un alfiler en ellas.
Saludos
Pues si la tromba de agua no la escuchasteis es que la primera noche no fue para nada tortuosa y se descanso jaja
Muy buena pinta tiene Tambomachay, aunque su fuente no de la eterna juventud, no estaría mal lavarse un poco la cara, a ver si al menos ayuda 😀
Yo hice el City Tour al revés y comenzamos por Sacsayhuaman, pero tampoco tenemos mucho tiempo para verlo porque nos metían prisa todo el rato.. (putos tour…).
La verdad que con la historia del boleto turístico y los city tour, al final acabas haciendo lo que quieren ellos. Si te soy sincero, lo único que quería ver era Sacsayhuaman y quedarme alli algo más de tiempo, pero como tienes el boleto, pues ya aprovechas el city tour pora verlo todo… En fin… que al final tampoco me arrepentí mucho porque Tambomachay me encantó también…