Cada mañana, Palermo se despierta con los vociferantes sonidos de sus mercados. El mercado de la Vuccira es sin lugar a dudas el más famoso y antiguo de la ciudad. Se encuentra en la intersección que forma el corso Vittorio Emanuelle y la Via Roma. Sin embargo, nosotros empezamos ese día visitando otro mercado, el de Ballaró. Está al sur de la iglesia del Gesú y a pesar de no ser tan famoso como el de la Vuccira, es mucho más auténtico. Paseando por él, uno se da cuenta de que en Sicilia, la vida se hace en la calle. Por lo general, todas las tiendas tienen sus paradas en el exterior y en los mercados eso está expuesto a la máxima potencia: las carnes, los pescados, las frutas y las verduras están dispuestas como en un bodegón, y los vendedores intentan atraer a la clientela propagando las excelencias de sus productos a grito pelado.
Poco a poco, fuimos encarando las calles en dirección norte hasta que nos topamos nuevamente con la iglesia del Gesú. Era sábado por la mañana y la iglesia estaba decorada para una boda. Por fuera, la Iglesia del Gesú no tiene nada de especial, solo una fachada renacentista, pero el interior deja sin palabras al visitante: barroco-barroquísimo. No hay ni un solo centímetro cuadrado que no esté decorado con mármoles de colores o pinturas. Todo un derroche de policromo con figuras de pájaros, leones, querubines, flores, etc… ¡sencillito, oiga!
A escasos diez minutos a pie se alza la iglesia de la Martorana. La entrada es gratuita, aunque agradecen que hagas un donativo para su conservación. Es una de las iglesias más bonitas y con más contrastes de Palermo, ya que en ella se pueden apreciar partes muy diferenciadas. Una parte es una estructura del siglo XII con mosaicos de estilo bizantino que construyeron artesanos griegos, mientras que el ábside y la fachada son de estilo barroco. Así, en la iglesia de la Martorana se pueden contemplar frescos barrocos junto a mosaicos repletos de teselas doradas.
Justo al lado de la Martorana se encuentra la iglesia de San Cataldo que, al igual que la iglesia de San Giovanni degli Eremiti, es una mezcla de estilos árabe y normando. En ambos casos destacan las cúpulas rosadas que las coronan. Para entrar en la iglesia de San Cataldo hay que pagar 3€ y decidimos no entrar.
Pasamos por la Piazza Pretoria y por la fuente del mismo nombre hasta llegar a Quattro Canti, donde tomamos el Corso Vittorio Emanuelle para ir a la catedral. Como la catedral cierra a las cinco y media, el día anterior no nos dio tiempo a entrar. Desgraciadamente, a diferencia de la iglesia del Gesú, la Catedral de Palermo por dentro es altamente decepcionante o quizás demasiado austera. Lo mejor de la catedral de Palermo es su exterior y rodearla para descubrir todos sus detalles.
La catedral de Palermo es el vivo reflejo de la historia de la isla, ya que cada pueblo que ha pasado por Sicilia ha ido dejando su huella en ella. La Catedral se empezó a construir en el 1184 sobre una antigua mezquita (que a su vez había sido construida sobre una antigua capilla). Por eso, aparte del estilo árabe-normando, aún se puede ver algún detalle de la mezquita antigua. Poco a poco, se fueron añadiendo algunas partes góticas y otras de estilo gótico-catalán, lo que ha acabado por darle una apariencia única.
A escasos minutos de la catedral, el autobús 389 para en la Piazza Indipendeza (justo detrás del Palazzo dei Normandi) y lleva hasta el pueblecito de Monreale. Era nuestro siguiente destino, en principio, pero al final nos cansamos de esperar el autobús más de 40 minutos y decidimos subirnos al 109 para ir al barrio de la Kalsa. El problema fue que en esa dirección el autobús nos acabó dejando en el extrarradio de Palermo, donde tenía el final de línea. Así que tuvimos que volver a subir al autobús para que nos llevara al centro y bajarnos en la estación central.
Relativamente cerca de la estación central y junto al mar se encuentra el barrio de la Kalsa. El que fuera hasta hace pocos años el barrio más marginal y conflictivo de la ciudad, se ha convertido en el beneficiario de casi todas las inversiones del ayuntamiento, lo que ha dado lugar a un barrio completamente diferente. Paramos a comer en una de las dos trattorias que asaban pescado fresco en la calle. La trattoria Torremuzza es la típica en la que locales y turistas despistados se juntan para degustar una comida tradicional siciliana, como los espaguetis con sarde (sardinas) y el involtini alla siciliana (brocheta de carne rellena de mozzarella). Paseando por la Kalsa actual cuesta imaginar que hace justo unos años era uno de los barrios donde reinaba la mafia y tan pobre que hasta la madre Teresa de Calcuta llegó a abrir una misión allí. Actualmente, la mayor parte de los edificios están restaurados y sus calles impolutas, aunque esta no deja de ser una visión diurna. No sé cómo será por la noche.
Pasamos por la Piazza Marina hasta llegar a la Piazza de San Francesco d’Assisi. La iglesia que le da nombre estaba cerrada, pero todo el mundo que estaba en las inmediaciones peregrinaba a la Anticua Foccaceria de San Francesco, un restaurante con mucha solera donde el bocadillo de estofado de bazo es el plato estrella. Por suerte, a esa hora aún estaba digiriendo la comida.
Llegados a ese punto, decidimos volver a intentar ir a Monreale. Así que volvimos a subir el Corso Vittorio Emanuele por enésima vez en dos días hasta la plaza Independencia. Esta vez pregunté la frecuencia de paso en el puesto de información de autobuses y me dijeron que en 5 o 10 minutos pasaría. 45 minutos más tarde llegó el 389 y me demostró que su existencia no era una leyenda urbana (porque minutos antes ya había empezado a dudarlo).
Para subir a los autobuses en Palermo hay que hacerlo por la puerta delantera, aunque todo el mundo lo haga por donde pueda. Particularmente pienso que el bus en Italia está sustentado por los turistas, ya que son los únicos que pagan el billete. Aunque mi amiga Daniella (la romana de pro) me dijo que es que todos los italianos tienen abono mensual. Y yo voy y me lo creo… ¬_¬
El 389 tarda 20 minutos en llegar a Monreale, una pequeña localidad donde Guillermo II construyó una catedral que hacía sombra a la de Palermo. De hecho, la intención del nieto de Ruggiero II fue construir una capilla palatina a escala gigante. La estructura es exactamente la misma, una nave principal en la que los mosaicos representan el Viejo Testamento, y dos naves laterales en las que podemos ver imágenes de la vida de Cristo. (Bueno, en la capilla palatina las naves laterales estan dedicadas a San Pablo y San Pedro). Una Biblia ilustrada que ayudaba a los fieles a entender los textos bíblicos en una época en que la mayoría del pueblo era analfabeto.
La catedral de Monreale es la iglesia más grande con mosaicos bizantinos y tiene 7000 m2 de teselas. Quizás la falta de iluminación le resta espectacularidad, ya que si estuviera bien iluminada, los destellos de todas esas teselas doradas serían impresionantes. Saliendo de la catedral a mano izquierda hay la entrada al claustro, que normalmente cuesta 6€, pero que gracias a nuestros amigos de la semana cultural nos salió gratis. Lo más destacable del claustro son las columnas que alternan teselas incrustadas con otras esculpidas dando un estilo árabe al conjunto románico.
Para cenar fuimos a un restaurante que nos había recomendado el propietario del B&B, el Ferro di Cavallo. Cuando llegamos allí había una cola de 20 minutos esperando pacientemente bajo la lluvia. Durante la espera, salió uno de los camareros repartiendo panella (pasta de garbanzo frita) para hacer la espera más llevadera. En la cola, conocimos a Joe y a Cindy, un matrimonio de norteamericanos de mediana edad con los que acabamos compartiendo mesa. Él era médico de familia y ella enfermera del norte del estado de Nueva York en una zona rural llena de granjas. De hecho, vivían en una que tenía 150 hectáreas y en la cual criaban caballos en su tiempo libre. Fue muy interesante y divertido compartir mesa con ellos y nos despedimos esperando volver a coincidir algún día.
A tener en cuenta:
1. En los autobuses no se puede comprar el billete, hay que comprarlo antes de subir en estancos y quioscos.
Al salir del claustro, fuimos a la parada del autobús y allí descubrimos que los festivos solo para uno cada hora (entre semana pasa cada 20 minutos).
2. ¿Cómo? ¿No hay fotos de las comidas en esta entrada? Desgraciadamente, el tercer día de viaje perdimos la cámara de fotos compacta con la que había hecho las fotos de las comidas de esos días, así que no os torturaré con las delicias que comimos hasta dentro de unas entradas.
Datos de interés:
1. Iglesia de San Cataldo: 2€
2. Billete de autobús sencillo: 1,30€
3. Trattoria Torremuzza da Peppucio. Via Torremuzza. Calamari arrosto: 7€, involtini alla siciliana: 5€, pasta con sarde alla palina: 5€
4. Catedral de Monreale. Audioguía: 5€, entrada al claustro: 6€
5. Restaurante Il Ferro di Cavallo. Via V. Emanuelle con Via Venecia. Involtini di melanzane (berenjena): 4€, antipasto all’italiana: 4€, trance di pesce spada (pez espada): 8€.
A mí la catedral de Palermo me resultó muy bonita. La de Monreale es cierto que es llamativa (y los mosaicos del interior son impresionantes) pero me gustó más la primera.
Menudo cachondeo llevábamos nosotras con los 6 euros del claustro ya que nosotras sí tuvimos que apoquinar. Hay veces que creo que se suben a la parra con los precios de las cosas…
Un saludo
Hola Helena!
Nosotros tuvimos suerte y los tres primeros días casi no pagamos nada, pero si que es verdad que cuando visitas ciudades te dejas un dineral en monumentos y sitios de interés. ^^
Por lo que veo para coger un bus en Sicilia hay que armarse de paciencia, no??
Saludos
Hola M.C.
Paciencia y provisiones, madre mía, pensaba que se lo habían inventado. XD
Que bonito!!
Nunca he estado en Palermo, pero me parece precioso! La verdad es que soy una enamorada de Europa y sobre todo de Italia, he estado varias veces y quiero seguir volviendo porque aun me falta mucho por conocer (como Palermo)! Jejeje
Un besazo!!
Hola Juliet!
A mi de Italia me queda Venecia y Cinque Terre por visitar, pero cada vez me gusta más el sur. Es muy autentico y se come mejor que en ningún sitio.
Gracias por pasarte y comentar. 😀
Los tiempos del sur es lo que tienen 🙂 y en Sicilia, en algunas partes, están llevados al extremo. No sé si llegasteis a Trapani en vuestro viaje… pero aquello es como otro país: los coches paran en los semáforos, nadie tocaba el claxón constantemente, los transportes eran puntuales…
Pero siempre se puede aprovechar el tiempo de espera en algo interesante: un canolo, una pizza, un helado… ¡qué hambre!
Hola Jaac!
Si, Trapani será el próximo post, pero casi no vimos nada porque allí es donde nos desapareció la cámara de fotos y no estaba de humor! 🙁 Pero lo poco que vi me gustó bastante. 😀
¿Para cuando una guía de como coger un bus en Palermo? Menudo descontrol tienen allí, es toda una aventura xDDDD
Muy bonita la catedral y el barrio de Kalsa menudo cambio ha pegado, hace años vi un documental de su etapa negra y parece otro sitio totalmente distinto.
Me quedo sin ver las comidas, pero aún me queda una hora para comer, por lo que casi mejor, me ahorro babear un poquito xDDD
Ya estoy al día, toma ahí!! Besos !!! 😛
«no tiene nada de especial, solo una fachada renacentista»… coi, et sembla poc?!?!?
Caram Jaume, doncs si em sembla poc! Si vinc de veure una esglèsia barroquisima que esperes! XD
M’he quedat bocabadada amb la catedral de Monreale!! I com trobo a faltar que ens «torturis» amb les fotos dels menjars! XD
Je, je! Aviat! ^^ En un parell d’entrades veureu la teca again! 😀
Sólo oigo hablar bien de Sicilia, dicen que es precioso e ideal para pasar una semanita recorriendola en coche. A ver que más nos cuentas sobre otras ciudades de esta isla, que me interesa mucho!
Saludossss
Hola Dani!
Sicilia es preciosa pero para verla bien al menos necesirtas 15 dias. Nosotros nos dejamos muchas cosas por ver, como las Eolias. 🙁
Buena ruta por conventos e iglesias palermeñas! jajaja
Nos quedaremos sin ver las fotos de las comidas, una lástima… 🙁
Seguiré vuestro reportaje! 😀
Me encantan los mercados y su ambiente, se puede palpar el alma de una ciudad. Muy buena info, como siempre Isabel 😉
A mi personalmente Palermo me pareció -quitando las vistas desde lo alto de la montaña a la Bahía- una ciudad oscura y fea … desorganizada … aunque no dudo de su riqueza cultural, aunque comparado con cercanos lugares como Segesta … no tiene nada que hacer …
Eso sí … reconozco que la gente es de lo más amable!.
Gracias por compartir.
Alfonso – the world thru my eyes –
http://www.thewotme.com
Muchas gracias a todos por vuestros comentarios! 😀 Esto es la que da vida al blog y os lo agradezco mucho! ^^
Yo he estado estas Navidades y me encantó!
Lo más espectacular de la catedral de Palermo es lo que tu dices, que cada pueblo dejó su huella.
La catedral de Monreale y el claustro son una maravilla.
Además se come muuuuy bien!
Un saludo.
Me ha gustado mucho tu blog y tus consejos sobre Monreale me van a venir muy bien en mi próxima escapada. Saludos viajeros.
Sabe alguien en qué iglesia de Palermo o de Monreale hay un agujero en el techo que deja pasar la luz e ilumina una línea, en el suelo de la catedral, con los signos del zodíaco?
He leido con atención tu relato sobre Palermo porque voy a ir este verano, es una pena que no pudierais ver la catedral de Monreale iluminada, he leido en Minube que para ello hay que echar unas monedas en un cajetin y automaticamente se ilumina toda la catedral. Te lo cuento por si volveis……
Me encanta vuestro relato
Hola, sigo con mucho interés sus relatos de viaje. Estoy en silla de ruedas, sería muy difícil desplazarme en Palermo? Muchas gracias.
Hola Gabriela,
No recuerdo Palermo como una ciudad muy accesible y el transporte público cuando fuimos tampoco estaba habilitado y algunas iglesias tenían muchos escalones en la entrada. Sin embargo, si vas con servicio de coche privado imagino que será más sencillo moverse por la ciudad. Siento no poderte ayudar más con tu consulta.
Un saludo,