Esa mañana, el olor a incienso me volvió a despertar. Me levanté con las energías renovadas y moratones por todos lados, más bien causados por el masaje que por la caída del día anterior. Cuando decidimos alargar nuestra estancia en Ubud, el hotel solo tenía disponible para esa noche la habitación más cara, así que, aprovechando que queríamos visitar el norte de la isla, decidimos buscar una noche en la costa.
Después de desayunar, avisamos al chico de la agencia de alquiler de motos para decirle que habíamos tenido un pequeño percance y pagarle así los desperfectos. Lo cierto es que fueron muy legales, ya que el propietario se fue con mi compañero al taller de reparación y solo tuvimos que abonar la cantidad que el mecánico nos dijo que costaría cambiar la pegatina rascada por una nueva (10€).
Esa misma mañana, buscamos un hotel en la playa, llamamos por teléfono para reservar y nos dispusimos a buscar un medio de transporte para llegar allí. No fue muy difícil buscar un taxista que nos llevara, ya que hay un montón de agencias y taxistas por todo Ubud. En una agencia que había al lado del hotel, negociamos un coche con conductor para ir hasta el norte y parando en cuatro puntos por 350.000 rupias (29,35€) incluyendo gasolina y aparcamientos.
Quizás lo que más me sorprendió de todo fue que cuando llegó el coche con el conductor, el propietario de la agencia se vino con nosotros. Ya nos lo había dicho bromeando mientras negociábamos, pero no pensaba que realmente se fuera a unir a nosotros.
La primera parada fue el Pura Taman Ayun, que es un templo bastante enorme y fue el principal del reino Mengwi. Fue construido en 1634 y lo que más destaca son sus múltiples meru de alturas diferentes. Quizás lo que menos me gustó es que solo se podía pasear alrededor de las partes principales del templo, ya que estaba cerrado, aunque esto es algo que nos encontramos en casi todos los templos importantes que visitamos.
Tras la visita, volvimos al coche para conducir hasta el templo Ulun Danu Bratan. Este templo hindobudista fue construido en el siglo XVII, está dedicado a la diosa de las aguas Dewi Danu y está construido sobre unas pequeñas islas en medio del lago Bratan. Esta es una de las postales más típicas de Bali, la del templo reflejado en las aguas del lago. El problema fue que, a los pocos minutos de llegar allí, se puso a diluviar y al final nos tuvimos que refugiar para no acabar empapados.
Si hubiera hecho buen tiempo, habríamos podido hacer varias actividades en el lago, ya que se podía alquilar un patinete o un recorrido en barca, pero no fue el caso. Ese templo me recordó un poco a Port Aventura porque, aparte de lo turístico y lo bien cuidado que estaba todo, tenía música de fondo. Te daba un poco la sensación de estar haciendo cola para el Tutuki Splash…
Cuando amainó un poco, volvimos al coche para ir a la siguiete parada: las cataratas Gitgit, pero cuando llegamos al aparcamiento, llovía tanto que nos quedamos un rato en el coche esperando a ver si paraba de llover. Sin embargo, tras 15 minutos de espera decidimos seguir el camino para ver si en la costa teníamos mejor suerte con el clima.
La última parada antes de llegar al hotel fue el templo Beji. La verdad es que lo señalamos en el mapa porque venía de paso y así incluir más cosas en el precio. Yo pensaba que estaría en la costa, pero realidad estaba rodeado de campos de arroz.
El Pura Beji es un templo pequeño, pero es bonito por sus colores y el entorno. Al entrar, dos señoras nos dieron unos franchipanes, que son las flores típicas de Bali que crecen en árboles por todos lados. El templo está dedicado, como no, a la diosa Dewi Sri, que es la protectora de los arrozales.
Tras la visita, pedimos al taxista que nos llevara al hotel. De hecho, el hotel no estaba en Lovina, sino a unos ocho kilómetros de Singaraja, y lo escogimos tras leer las críticas en Tripadvisor. El hotel era pequeño y en primera línea de mar, pero la verdad es que nos decepcionó bastante. La habitación era un poco cutre y no tenía ni mosquitera ni ningún tipo de dispositivo para mitigar el ataque de los mosquitos que abundaban en la zona. Además, no incluía el desayuno.
Por otro lado, la playa del hotel era bastante mala. De hecho, no estaba en una zona turística, sino en un pueblo de pescadores, donde estos vivían en la playa y, aparte de tener sus barcas en la orilla, tenían sus animales de granja y por la arena tenías pollos, gallinas y corrales de cerdos y, claro está, todos los desechos de las casas y del pueblo iban directamente al mar sin ningún tipo de tratamiento de aguas previo. Por si fuera poco, la lluvia había arrastrado toda la porquería a la playa, con lo que la arena estaba llena de restos y el agua tenía un color marrón un tanto sospechoso. La playa.
Lo positivo era estar en la playa en un ambiente auténtico y nada turístico y, como tampoco acompañaba el clima, pues fue de agradecer dar un paseo por la costa y ver cómo viven en la zona. Otra cosa que nos sorprendió gratamente fue la comida del restaurante del hotel, que fue una de las mejores que probamos en Bali. El servicio no era rápido, pero fue porque estaban preparando el plato en el acto y eso se notó en la calidad del producto final.
Nasi goreng y mie goreg. Y poca cosa más se podía hacer esa tarde, aparte de un masaje que las mujeres del pueblo se ofrecían a hacerte en las tumbonas del hotel, pero con los moratones y las heridas del día anterior no me apetecía que me torturaran más. Por eso, en cuanto se fue el sol, irremediablemente me dormí (a las siete y media de la tarde).
Datos de interés:
1. Coche con conductor de 10.30 a 16 horas: 350.000 rupias (29,3€).
2. Pura Taman Ayun: 3.000 rupias (0,25€).
3. Pura Ulun Danu: 10.000 rupias (0,83€).
4. Pura Beji: donación.
5. Hotel Villa Agung Beach Inn. Habitación con baño y ventilador: 275.000 rupias (23€), sin desayuno. Mie goreng: 25.000 rupias (2€), nasi goreng con pollo: 35.000 rupias (2,9€), zumos naturales: 10.000 rupias (0,83€).
6. Encontrarás más datos en la mini guía del viaje a Indonésia. ¡No te la pierdas!
Quiero conocer Singaraja! Buenas fotos y decripciones (especialmente el foto primera de el desayuno).
Jason
Qué buena pinta tiene la comida! Lástima los pequeños contratiempos de las catáratas y el hotel… qué raro que tuviera buenas críticas si luego no valía mucho. En cuanto a los templos jajaj, sí que da sensación de Por Aventura… también nos pasó en China… en la Muralla sólo faltaba un Dragon Khan.
Buenas fotos y buena crónica!
Abrazosss!
Hola Jason!
Pues precisamente la foto es del desayuno del hotel de Ubdu (Hotel Kebun Indah). A mi la playa me decepcionó un poco, pero autentica sí que lo era! 😀
Hola Pruden!
Pues a mi también me sorprendió que tuviera tan buenas críticas y que no tuviera ni una triste mosquitera… además con la de mosquitos que habían en la zona que ni con Relec nos salvamos…
Je, je! Es que la música de fondo era muy de parque temático! XD
Besos!
Vaya día de lluvias Isabel… Estos días se hacen cansinos cuando estas de viaje.
Yo en India también iba reservando hoteles según veía la página de tripadvisor… pero es que yo creo que lo que te paso es que era temporada baja y no lo tendrían como debería estar. A mi me pasó eso en India y se notaba que estaba todo un poco más despreocupado, además que estaban muchos de ellos en obras para cuando llegue la temporada alta tenerlo todo listo.
… si me acuesto yo a esas horas de la tarde, no hay un dios indú que me cierre los ojos… con lo que trasnocho yo jejeje…
Un abrazo!