Una mañana en Pingyao, una tarde en Xi’an

Continuamos con los relatos del viaje a China que hicimos en verano de 2012. En este relato seguiremos con la visita a la bella ciudad amurallada de Pingyao para tomar un autobús a Xi’an al mediodía. ¿Queréis saber qué ver y qué hacer en Pingyao? ¡No os perdáis el relato!

Visita-Pingyao

Esa mañana tocó madrugar mucho. Era un sábado del mes de agosto, periodo vacacional también en China y estaba previsto que el pequeño centro histórico de Pingyao quedara colapsado de grupos turísticos chinos a media mañana.

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Desayunamos en nuestro hotel y antes de las ocho de la mañana ya estábamos visitando el centro histórico de la ciudad. A esa hora todavía no había gente por las calles adoquinadas y se respiraba una atmósfera un tanto mística. Deambulamos entre las casas bajas de ladrillos y tejados grises con el único colorido de los farolillos rojos y los letreros de las tiendas turísticas, muchas tiendas.

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No nos engañemos, el centro histórico de Pingyao es patrimonio de la humanidad y casi todos los edificios cercanos a las arterias principales de la ciudad albergan hoteles, restaurantes o tiendas turísticas. Es el precio que tiene que pagar una de las ciudades amuralladas mejor conservadas de China.

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Sin embargo, a la que te alejas de Nan Dajie (南大街) todo cambia radicalmente, ya que dentro de las murallas de Pingyao sigue viviendo gente. Estas familias llevan generaciones en las mismas casas que aún conservan el aire tradicional de la dinastía Ming y Qing, y pasear entre ellas es como viajar atrás en el tiempo.

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La ciudad de Pingyao fue el centro financiero de la dinastía Qing y llegó a tener hasta veinte bancos dentro de sus murallas. Toda esa confluencia de capital la hizo prosperar rápidamente, con todo tipo de negocios, incluido el de la protección.

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Buena cuenta de ello lo tenemos en el Rishengchang Financial House Museum, edificio que albergó el primer banco de China (1823) y que se puede visitar con la entrada turística.

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Otro de los edificios importantes de Pingyao es el templo de Confucio, lugar en el que los futuros burócratas imperiales tenían que ir a examinarse. El interior del templo de Confucio alberga el Salón Dacheng, el edificio más antiguo de la ciudad (1163) y de visita obligada.

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Las murallas de la ciudad fueron construidas en 1370 durante el reinado del emperador Hongwu. Cuentan con 72 torres de vigilancia y en cada una de ellas se puede leer un fragmento del libro El arte de la guerra escrito en chino. Se puede subir a la muralla y pasear por ella y ver desde allí la silueta de tejados grises que componen toda la ciudad, al igual que desde la torre de la Ciudad, que es el punto más alto de Pingyao.

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Tal y como los oráculos pronosticaron, a las diez y media de la mañana ya no había quien caminara por la calle. Todo estaba colapsado y, miraras por donde miraras, solo había gente y más gente. Así que volvimos a nuestro hotel para hacer el check-out y en el restaurante pedir un arroz frito para llevar. El tema del take-away no debe de ser común en ese restaurante, porque cuando les dijimos que queríamos el arroz frito para llevar, no nos entendieron bien y resultó que tampoco tenían recipientes desechables para tal efecto, así que acabamos llevándonos el arroz en unas bolsitas de plástico transparentes.

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A las doce y media teníamos que tomar el autobús que nos llevaría hacia Xi’an y un tuk-tuk nos vino a buscar al hotel para llevarnos hasta la parada. El tuk-tuk fue conduciendo veloz durante un rato, hasta que dejamos atrás la ciudad de Pingyao y se paró justo en la entrada de la autopista. Allí el conductor nos hizo entender con gestos que teníamos que esperar a que el autobús pasara.

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Por suerte, la encargada del hotel nos explicó que no había autobús directo de Pingyao a Xi’an, pero que el autobús que va de Taiyuan a Xi’an paraba en la salida de la autopista de Pingyao y allí recogía pasajeros, así que ya sabíamos de qué iba el tema. Poco a poco fueron llegando otros tuk-tuks con pasajeros para el bus, casi todos extranjeros y la mitad de ellos intranquilos porque no sabían bien qué hacían allí.

La situación era un poco esperpéntica, y los minutos pasaban, el autobús no aparecía, y la gente se empezaba a poner nerviosa. Con casi media hora de retraso apareció finalmente, nuestro conductor de tuk-tuk nos llevó hasta él, no sé qué le dijo al conductor y subimos.

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El viaje de Pingyao a Xi’an en autobús tarda unas seis horas y media. El autobús en el que fuimos estaba bastante bien y condujo todo el rato por autopista. Una de las cosas que más me gustó es que paró en varias estaciones de servicio para que la gente pudiera ir al baño. En una de ellas paró unos 20 minutos y allí nos comimos nuestro arroz frito en bolsita la mar de bien.

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Sobre las ocho de la tarde llegó el autobús a la estación oeste de la ciudad. Desde allí tomamos un taxi hasta nuestro alojamiento: el Youth Hostel 7 Sages. Este albergue está dentro del recinto amurallado de la ciudad y a unos 15 minutos a pie de la estación de tren.
El alojamiento estaba genial. El albergue tenía diferentes habitaciones (compartidas y privadas) repartidas por diferentes patios de estilo tradicional chino. Nosotros reservamos una habitación doble con baño que estaba bastante bien. Además, el albergue tenía un restaurante bastante animado y organizaba excursiones por la zona.

Esa tarde-noche hicimos poca cosa, salimos a explorar los alrededores del hotel, que estaba en una zona poco turística de la ciudad y pudimos ver el día a día de la gente, sin más. Lo cierto es que estábamos bastante cansados y fuimos a dormir pronto. Al día siguiente iríamos a visitar los famosos guerreros de terracota, pero esto ya os lo explicaremos en el próximo relato.

Si queréis más información del viaje a China, no dejéis de visitar la guía del viaje a China de 15 días por las capitales imperiales.

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A tener en cuenta

Cuando planifiquéis vuestro viaje a China intentad NO visitar Pingyao en fin de semana para evitar los numerosos grupos de excursiones organizadas que visitan la ciudad en sábado y domingo.

El centro histórico de Pingyao se puede visitar gratis, pero hay que pagar para visitar los dieciocho lugares de interés. La entrada combinada vale 150 yuanes y se puede usar todas las veces necesarias en un plazo de tres días. En la taquilla se puede alquilar una audioguía por 40 yuanes.

Datos de interés

– Yide Hotel. Habitación de estilo Qing y desayuno: 55€. Os recomendamos 100% este hotel. La comida del restaurante está buenísima y el personal es muy amable. Nos gestionaron los billetes de autobús a Xi’an y nos escribieron en chino las frases para poder cancelar los billetes de tren que teníamos en la estación.
– Autobús de Pingyao a Xi’an. 180 yuanes + 30 yuanes de comisión al hotel por la gestión.
Tuk-tuk de Pingyao a la parada del autobús: 30 yuanes
Hostel 7 Sages: Habitación doble con baño: 80 yuanes.

6 comentarios

  1. Belén Sepúlveda Ortega 8 febrero 2015
  2. Mari Carmen 11 febrero 2015
    • Isabel & Xavier 12 febrero 2015
  3. Gloria 28 agosto 2016
    • Isabel & Xavier 28 agosto 2016
  4. Vacacionchina 10 marzo 2017

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