En abril de 2017 hicimos el cuarto viaje a Japón coincidiendo con la floración de los cerezos. Empezamos el viaje desde el aeropuerto de Kansai, cerca de Osaka. Al estar cerca de esta ciudad y como en anteriores ocasiones solo habíamos visitado Osaka durante unas horas, esta vez decidimos pasar las dos primeras noches en esta ciudad tan loca. Así, y por primera vez en mi vida, pasé todo un día en Osaka. En este artículo te cuento qué ver, qué hacer, qué comer y dónde dormir en Osaka.
QUÉ VER EN OSAKA EN UN DÍA
El castillo de Osaka
Empezamos el día en Osaka visitando el castillo de Osaka. El castillo está rodeado de un jardín repleto de cerezos, así que es un enclave imprescindible si se visita Osaka durante el hanami. Y solo por eso ya merecía la pena visitarlo. En la antigüedad, este castillo fue uno de los más importantes de Japón, pero hoy en día solo queda en pie el torreón principal, que en realidad es una reconstrucción de 1931.
Además, el interior es totalmente moderno. Si este es el primer castillo que ves en Japón, verlo desde fuera está bien. Sin embargo, en nuestro caso ya habíamos visitado el castillo de Himeji en el segundo viaje y en este más tarde íbamos a ver el de Matsumoto y Hikone (los tres son tesoros nacionales de Japón), así que no entramos. De todas formas, disfrutar de los cerezos fue una gozada. Sí, incluso a pesar de la multitud de gente que había ya a las nueve de la mañana.
Cómo ir al castillo de Osaka: Para llegar al castillo fuimos caminando desde la estación de Namba (unos 45 minutos). La estación de metro más cercana es Tanimachi 4-chome (estación T23 / C18). Si tenéis el Japan Rail Pass, podéis moveros por la Osaka Loop Line hasta la estación Osakajokoen.
Pasear por la orilla del río O (Okawa)
Este es otro de los enclaves a visitar en Osaka durante el hanami o la floración de los cerezos. Después de visitar el castillo de Osaka fuimos a pie hasta la orilla del río O y paseamos por la ribera donde se alinean cerca de cinco mil cerezos hasta llegar al parque Kema Sakuranomiya. En el paseo estaban instalados decenas de paradas de comida, pero al ser por la mañana casi todas estaban cerradas. No llegamos hasta el parque, ya que a la altura de Senpukan torcimos a la izquierda para ir hasta el santuario sintoísta Tenmangū.
Santuario Osaka Tenmangu y calle Tenjinbashi-suji
Rodeado de grandes edificios nos encontramos este santuario dedicado a la deidad sintoísta de los estudios: Sugawara Michizane. A la hora que lo visitamos apenas había nadie, solamente una pareja japonesa que hacía un reportaje fotográfico de bodas. Aquí es típico poner tablillas votivas con el deseo de tener buena fortuna en los estudios (3000 yenes). Además, este santuario también es conocido por celebrar uno de los festivales (matsuri) más famosos de la ciudad y de todo el país: el Tenjin Matsuri que se celebra el 24 y 25 de julio.
Luego fuimos hasta la cercana calle comercial Tenjinbashi-suji. Es una calle cubierta de unos 2 km de largo (puede que la más larga de Japón) y es un buen lugar donde comer. Aquí nos zampamos un plato de udon con kakiage (500 yenes). Después de comer nos acercamos a la parada de metro Minami-Morimachi (parada T21, línea Tanimachi) y fuimos hasta Higashi-Umeda (parada T20) (precio 180 yenes). Solo fuimos hasta la siguiente estación, pero así nos ahorramos caminar la mitad de la distancia hacia el Umeda Sky Building. Si usáis el Japan Rail Pass tenéis que tomar el tren en la estación Ōsakatemmangū hasta la estación de Kitashinchi (línea Tozai).
Observatorio del KuchuTeien (Umeda Sky Building)
Al salir de la estación de metro de Higashi-Umeda dimos bastante vuelta porque no encontrábamos el paso subterráneo que conecta directamente con el Umeda Sky Building. Este edificio es quizás uno de los más emblemáticos de la ciudad. Se construyó en 1993 y su diseño es de Hiroshi Hara. La estructura está formada por dos torres de 173 metros de altura que se conectan en el piso 39 por una planta con un gran círculo abierto al cual se accede por unas escaleras mecánicas. Todo ello con una gran estética espacial.
En esta planta está ubicado el KuchuTeien, un gran observatorio donde poder disfrutar de las vistas de la ciudad. En realidad no soy muy amante de los observatorios, porque por norma general es más bonito ver el edificio en sí desde fuera que las vistas desde lo alto (un buen ejemplo es el BurjKhalifa de Dubai). Aunque por otro lado, subir al Rockefeller Center de Nueva York sí que me gustó. En fin, le dimos una oportunidad a pesar de los 1000 yenes que cuesta entrar. Por desgracia, ese día estaba nublado y llovía, con lo que las vistas no fueron muy bonitas, la verdad.
Tras esta visita bajamos al sótano del Umeda Sky Bulding donde hay una zona de restaurantes ambientada en los primeros años del periodo Showa (1926-1945). La zona estaba muy bien cuidada y, además, vimos una oficina de correos donde aprovechamos para enviar algunas postales.
Al salir del Umeda Sky Bulding, nos dirigimos a la estación de Umeda (M16, línea Midosuji), esta vez por el paso subterráneo. Allí tomamos el metro nuevamente hasta la estación Dobutsuen-Mae (M22, 230 yenes). Con el Japan Rail Pass podéis tomar el tren en la estación de Osaka y tomar la Osaka Loop Line hasta la estación de Shinimamiya.
Visita a los templos Shitennoji y Isshinji
Desde la estación de metro de Dobutsuen-Mae tardamos unos veinte minutos andando en llegar al templo Shitennoji. Este es uno de los templos más antiguos de Japón. Se levantó originalmente en el siglo sexto para introducir el budismo en el país. Obviamente, el edificio actual no es el original, ya que este ha sufrido diversos incendios a lo largo de los siglos. Aun así, siempre se ha reconstruido a respetando el original. No accedimos al tesoro ni al jardín (300 yenes) y el templo en sí no nos encandiló especialmente.
Sin embargo, el que sí que llamó nuestra atención fue el cercano templo Isshinji. Lo que más nos atrajo de este templo budista fue la entrada hecha de metal y cristal. No os dejéis engañar por lo moderno de su entrada ya que este templo tiene más de 800 años de historia. Además, es famoso también por las estatuas de Buda hechas con cenizas de fallecidos (!). Durante el periodo Meiji en este templo se incineraban a los muertos y con sus cenizas se construyeron las estatuas llamadas okotsubutsu. A pesar de lo mórbido de la historia, el templo nos gustó mucho por su armonía y calma. Además, tenía varios cerezos que estaban en su máximo esplendor. Al salir del templo nos dirigimos a la animada zona de Shinsekai (cinco minutos andando).
ShinSekai, «nuevo mundo»
Quizás esta sea una de las zonas que más me gusten de Osaka, además de Dōtonbori y es que el denominado «nuevo mundo» tiene un aire retro y de abandono que me atrae bastante (ya sabéis que soy fan de las ciudades imperfectas). Esta zona se construyó a principios del siglo XX tomando como inspiración París y Coney Island. Por otro lado, la silueta de la Tsutenkaku domina toda la zona y es una torre construida en 1912 siguiendo como modelo la torre Eiffel. Aunque la actual es una reconstrucción de los años cincuenta, ya que la original se usó para fabricar armamento para la Segunda Guerra Mundial. Se puede subir a la torre por 700 yenes y ver la famosa estatua de madera del Billy Ken, aunque como eso ya lo hice en el viaje a Japón de 2008, no repetimos.
La calle Shin-Sekai me gusta por lo colorido de sus tiendas y restaurantes y ese aire kitsch que lo envuelve. Aquí puedes probar platos típicos de Osaka como el takoyaki, el kushikatsu o el pez globo (fugu). Durante mucho tiempo, esta zona sufrió un abandono considerable y a pesar de que poco a poco se va animando gracias al turismo, se sigue considerando una de las menos seguras de Japón. Sobre todo el área cercana a la estación de Tennoji y al sur del zoo, donde está el barrio de TobitaShinchi, el barrio rojo más grande del oeste de Japón. Y aunque los estándares de seguridad de Japón hacen que no sea peligroso caminar por aquí, siempre vale la pena usar el sentido común.
Nipponbashi Den-Den Town
Desde Shin-Sekai pusimos rumbo hacia Namba por la calle Sakaisuji o también conocida como Den-Den Town. Antiguamente esta zona era donde se encontraban todas las tiendas de electrónica, pero poco a poco las tiendas fueron cerrando (debido a la apertura de grandes centros especializados) y en su lugar abrieron tiendas de manga y anime. Por eso se la conoce como la Akihabara de Osaka, aunque no supera ese barrio de Tokio en tamaño ni espectacularidad. Unos veinte minutos más tarde llegamos a la zona de Namba.
Compras en Namba y cena en Dōtonbori
Esta es una de las zonas comerciales más animadas de la ciudad y su centro neurálgico es sin duda Dōtonbori . Sin embargo, antes de ir hacia allí para cenar hicimos algunas compras por los alrededores de la estación de Namba Nankai. Entramos en Muji, donde estuvimos mirando la parte de ropa y luego tomamos algo en la cafetería que hay en el sótano. Cuando viajéis a Japón es recomendable llevar el pasaporte siempre encima ya que muchas tiendas ofrecen tax-free, o compras libres de impuestos. Habitualmente se aplica el tax-free en compras a partir de 5000 yenes, y para que te lo apliquen en el momento de la compra necesario presentar el pasaporte.
Tras la tarde de compras y callejeo por los distritos comerciales de la ciudad, fuimos hacia el canal de Dōtonbori y el puente Ebisubashi. Allí tomamos la típica foto del cartel de neones de Glico y comimos unos deliciosos takoyaki. En nuestros planes originales entraba visitar un karaoke esa noche, pero estábamos tan rendidas que regresamos a nuestro alojamiento. Para ser nuestro primer día en Japón no estuvo nada mal el recorrido.
DÓNDE DORMIR EN OSAKA
Al pasar solo dos noches escogimos el pleno centro de la ciudad, en la zona de Namba. Nos alojamos en el Hostel Wasabi Bed and Library en una cama en habitación compartida. Está muy bien este hostal, aunque la habitación es un poco estrecha y, como hay tanta gente durmiendo, hay bastante ruido. Por otro lado, la zona de baño está genial y en el recibidor hay una librería repleta de cómics japoneses para leer. La noche nos salió por 3800 yenes por persona.
QUÉ COMER EN OSAKA
Los habitantes de Osaka son famosos por su gusto por la buena gastronomía y el centro de la ciudad está repleto de restaurantes. El plato más famoso es el takoyaki y en Dōtonbori cada dos metros hay un puesto donde los venden. Se trata de unas bolas de masa hechas a la plancha rellenas con trozos de pulpo. Se sirve con salsa takoyaki, mayonesa y bonito seco. Otro plato típico de la ciudad es el kushikatsu, unos pichos de verduras o marisco rebozado. Y para los más atrevidos está el fugu (pez globo), otra delicatesen de la ciudad. Solo los maestros saben preparar el pez globo, que es venenoso si no se prepara bien.
CÓMO COMPRAR EL BILLETE DE METRO EN OSAKA
Podéis encontrar toda la información detalla de cómo comprar los billetes del metro de Osaka en la Guía del viaje de 18 días a Japón en abril.