Nuevo relato del viaje a Namibia de 15 días por libre que hicimos en agosto de 2016. A continuación os contamos el último día de safari por libre en el parque nacional de Etosha, una jornada que aprovechamos al máximo.
A las seis ya estábamos despiertos pero nos lo tomamos con un poco de calma. De camino a la salida del Tamboti campsite nos encontramos con un damara dik-dik, un antílope chiquitín muy mono. Y a las 7:20 ya estábamos en la puerta de Etosha. A diferencia de la puerta de Anderson, en esta casi no había coches para entrar. De la puerta al campamento de Namutoni hay unos 20 minutos.
Este era nuestro último día de safari en Etosha y teníamos la ilusión de poder llegar a ver algún rinoceronte, leopardo o guepardo. En realidad, estas especies son muy difíciles de ver, sobre todo el rinoceronte del que apenas quedan ejemplares en el parque. Ese día íbamos a explorar la zona norte, pero primero paramos a llenar el depósito de gasolina en Namutoni.
Para acceder a los caminos y los waterholes no hay que pasar por dentro de Namutoni, sino que en la entrada hay que seguir los caminos a derecha o izquierda. Queríamos ir hacia la charca de Tsumcor, en dirección a la puerta King Nehale, pero por error fuimos hacia Aroe y volteamos toda la Fischer’s Pan. El paisaje era un poco extraño, porque toda la depresión estaba cubierta de una fina capa de barro verdoso. No se veía ni un animal y extrañamente había algunas palmeras. Imagino que el punto Twee Palms hace referencia a las dos palmeras que vimos.
Volvimos a la carretera principal y tomamos el camino en dirección norte. El paisaje era muy bonito, ya que era la típica imagen de sabana con tallos de hierba dorada de medio metro de altura.
De estos cuatro días de safari, las charcas que más me gustaron fueron las de ese día. Especialmente Klein Otevi y Groot Otevi, ya que estaban rodeadas de una bonita naturaleza. Allí decidimos aparcar el coche un buen rato y ver qué pasaba.
Vimos muchas cebras y muchas jirafas bebiendo agua. ¿Os he comentado que la jirafa es mi animal favorito? Pues ese día vi un montón de ellas.
Seguimos por la carretera en dirección norte y paramos en la charca de Tsumcor. Allí habían orices, pumbas y kudus. Además, a lo lejos se divisaba un grupo de buitres que estaban rebañando la carne de unos huesos. No supimos ver de qué animal se trataba.
Los baños que hay a seis kilómetros de la charca de Andoni estaban en obras, así que tuvimos que ir hasta la puerta de King Nehale para ir al servicio. A diferencia de las otras dos entradas que conocíamos, esta era muy pequeña y muy poco transitada. De hecho, se accede a ella a través de una carretera de pista. La única de todo el parque.
Emprendimos la vuelta y tomamos el desvío de la charca Stinkwater, pero debía estar un poco cansada porque me salté la entrada a la charca, y mira que es difícil. Cuando entras en Etosha no se qué ocurre pero las horas pasan volando. Ese día entramos a las 7:20h y a las 13:30h estábamos saliendo. Habían pasado siete horas como si nada.
Regresamos al camping para comer algo ligero, darnos una ducha aprovechando que estábamos a treinta grados y descansar un rato en la sala común. Mientras descansábamos, oí un relinche de caballos a mis espaldas. Me volví y en ese momento descubrí una manada de cebras bebiendo agua de la charca del camping.
A las tres y media volvimos a Etosha para aprovechar las dos últimas horas de sol. Primero visitamos el fuerte de Namutomi, que en 1897 era uno de los puntos de control de la peste «rinderpest». El fuerte en sí fue construido en 1903 y reconstruido en 1906. A diferencia de los otros campos, en este no había mucha actividad y estaba todo muy tranquilo. Dimos una vuelta por las instalaciones y la verdad es que no estaban mal. También fuimos al waterhole de Namutoni, pero a esa hora no había ningún animal. Imagino que de noche tiene que estar muy concurrido.
Esa tarde visitamos la charca de Chudop. Como esa semana el parque cerraba a las 17:40h , no queríamos alejarnos mucho. Allí nuevamente vimos cinco jirafas bebiendo agua. Es algo gracioso, porque tienen que extender mucho las piernas para poder alcanzar el agua. También podrían meterse en el agua y así no tendrían que inclinarse tanto, pero no se fían ni un pelo.
Ese fue el día de las jirafas y yo bien contenta. Fue el cierre perfecto para nuestro safari de cuatro días en Etosha.
Datos de interés
La entrada a Etosha vale 80 dólares namibios al día por persona más 10$ por vehículo. Para disfrutar al máximo de Etosha es recomendable comprar el mapa oficial que venden en las tiendas del parque por 42$ namibios.
Tamboti luxury camp: la parcela con baño y lavadero privado cuesta 200$ namibios por persona y noche. Cena en el restaurante del camping: chicken snitzel (150$). Al reservar la cena ya se piden los platos concretos, y hay que hacerlo por la mañana o al mediodía como muy tarde.