La forma más sencilla de ir de Bundi a Jaipur es en coche. Pero esto no lo tuvimos muy en cuenta cuando compramos los billetes de tren para ir y venir de allí. El último tren del día hacia Jaipur salía a las doce, llegaba a las cuatro de la tarde y nos dejaba en la estación como unas ocho horas a la espera de nuestro tren nocturno hacia Jaisalmer. Por eso, decidimos perder el tren e ir a Jaipur en coche a media tarde y así aprovechar para descansar un poco más en Bundi.
Así, esa mañana la dedicamos básicamente a buscar un coche que nos llevara a la estación de Jaipur ese mismo día. Nuestro hotel estaba en lo alto de la ciudad, en la parte turística. En esa zona se ofrece todo tipo de servicios a los turistas y preguntamos precios. Teóricamente, cuanto más nos fuéramos acercando al pueblo, más barato tenía que ser el transporte, pero lo que pasó es que fue a la inversa de lo que pensábamos. Cuanto más nos acercábamos al pueblo, más aumentaba el precio.
Finalmente, después de recorrer medio Bundi, decidimos reservar el desplazamiento en coche justo al lado del hotel, en un pequeño garito de Internet por 2.100 rupias (33€).
Con el tema del transporte resuelto, decidimos volver a bajar al pueblo para comprar algunas provisiones para el trayecto y visitar el pozo. Bundi es conocida como la ciudad de los pozos, ya que tiene casi cincuenta baoris. Sin duda, el Raniji-ki baori (o pozo de la reina) destaca por su belleza y arquitectura, a pesar de que los murciélagos y las palomas lo tienen casi totalmente recubierto de excrementos. El pozo está en el centro de la ciudad y la entrada es gratuita. Solo hay que ir allí y pedirle al vigilante que te abra la puerta para visitarlo. Fue construido por Rani Nathavatji en 1699 y en él se celebraban ritos y ceremonias.
Tras las compras, volvimos paseando por callejuelas de la ciudad, mirando calles ocultas totalmente azules y la vida que se hacía allí. Quizás Bundi no sea uno de los lugares más bonitos o recomendables de Rajastán, pero sin duda es un lugar tranquilo en el que hacer un alto en el camino y reponer fuerzas para seguir con la ruta.
Volvimos al hotel para cenar y encargar comida para el viaje, y luego esperamos a que viniera a buscarnos nuestro chófer. Venía con diez minutos de retraso, ninguna novedad en la India, pero decidimos que si no venía en 5 minutos iría a preguntar qué pasaba. Así que, cuando pasaron los cinco minutos, llamé para ver qué pasaba: que si ahora venía, que ya estaba en camino, que en diez minutos lo teníamos en la puerta de nuestro hotel…
Volví al hotel y me encontré a Sonia alucinada: un monaco se había acercado a nuestra bolsa de provisiones mientras la habíamos dejado desatendida y nos había robado los dos plátanos que llevábamos. ¡Qué tópico!
Por fin llegó el coche, un Tata de dimensiones minúsculas que, en el lugar del maletero, tenía una bombona enorme, no sé si de butano, de propano o si era un depósito de gasolina alternativo. La cosa era que apenas había espacio para nuestras maletas. Sonia y yo nos colocamos en el asiento trasero y las maletas en el asiento del copiloto, esperando que el conductor no hiciera ninguna maniobra brusca durante el trayecto y acabara sepultado por nuestro equipaje.
Entre la precariedad de las carreteras y de la carencia de velocidad del vehículo, tardamos casi cinco horas en llegar a la estación de Jaipur, pero llegamos con el tiempo suficiente como para meternos en la sala de espera femenina a esperar la salida de nuestro tren. Esa noche viajábamos a Jaisalmer en un vagón de segunda clase. Al día siguiente, Mahendra nos estaría esperando en la estación, es decir, al día siguiente volvíamos a la ruta.
Datos de interés:
Haveli Katkoun: habitación doble sin desayuno: 850 rupias (13,2 €)
Taxi Bundi – Jaipur (5 horas de camino): 2.100 rupias (33 €)
Tren nocturno Jaipur – Jaisalmer (4059/Dli Jsm Express #AC2 Tier): 930 rupias (14,5 €)
Vaya con los monos, menudos manguis!!!! jejejeje.
La verdad es que Bundi tiene buena pinta, me ha gustado lo del baori porque me lo imaginaba de otra manera. Espero tus siguientes relatos. 😉
Casi había olvidado la de horas de carretera y tren que nos habíamos chupado….
Habia borrado de mi mente el viajecito Bundi-Jaipur sumida en un estado meditativo o en un pasotismo estilo indio???
Yo también viaje en un TATA de esos minúsculos. Al menos tenían aire acondicionado… y curiosamente, también tenían una bombona en el maletero pero no se decirte para que… Ya investigaremos…
Ya tenía ganas de que llegarais a Jaisalmer… Es la parte que me perdí en mi viaje y se que seguramente me confundí por no ir allí. Habrá que volver…
Un saludo!
Jaipur is an awesome city. I love to go there. For that I need to make a plan. Images are spectacular.
Que curioso! ¿No te hiciste un retrato en el sitio ese de la tercera foto? jejeje
¡Menudo peligro tienen los monos de Bundi! Entre las estampidas matutinas y los hurtos… apaga y vámonos.
Has puesto unas fotos muy bonitas en la entrada de hoy.
Un saludo
Pues vaya con los monitos!! jejeje
Qué curiosidad me ha entrado con lo de la bombona en el maletero… Para qué servirá? No preguntásteis??
Saludos
El mono debía ser amigo del que atacó a mi amigo en Gibraltar xDDD
A ver que tal se nos da a nosotros negociar los viajes en taxi de un sitio a otro 😀
Saludos!!!!
Veo que los taxis en la India van sin prisa.. Por el miedo que se pasa en algunos deberían de dejar el viaje gratis!!!
Un abrazo