China está evolucionando muy rápidamente y los Juegos Olímpicos de Beijing contribuyeron a que este cambio fuera meteórico. Buena cuenta de la nueva China la tenemos en el distrito de Dongchen y especialmente en los alrededores de la calle Wangfujing, donde podemos encontrar los establecimientos más selectos y lujosos de la ciudad. En este enclave está situado el hotel Hilton Wangfujing, un hotel de cinco estrellas inaugurado pocos meses antes de los Juegos y en el que pasamos la última noche de nuestro viaje a China.
Este hotel ofrece todo lo que uno espera de una cadena como Hilton. Nuestra habitación, que era estándar, tenía 50 m2 y era como un apartamento. Al lado de la entrada había un vestidor que tenía una zona prepara para dejar las maletas y los abrigos, lo que es muy práctico para no tener el equipaje por la habitación. La zona de baño tenía tres partes: el aseo, una amplia ducha envolvente con cabezal de lluvia y una bañera de diseño. La bañera estaba colocada de tal manera que era posible ver la enorme televisión de plasma de la habitación mientras te tomabas un baño.
Como era de esperar, la cama era de grandes dimensiones, muy cómoda y con almohadas mulliditas, todo un cambio tras dormir en según qué «tablas de madera» durante el viaje. La última zona, que me gustó bastante, era el área de trabajo, que tenía un escritorio con todo tipo de conexiones, ideal para trabajar y escribir en el blog. Para terminar, la habitación tenía un sofá situado al lado de un ventanal desde donde se podían contemplar las vistas de la ciudad.
Respecto a las instalaciones del hotel, me gustó que tuviera una piscina cubierta en una de las últimas plantas disponible para todos los huéspedes. Nos vino muy bien para relajarnos y refrescarnos tras estar todo el día visitando Pekín. También nos gustó mucho el desayuno, muy completo. Podéis pedir que os suban el desayuno a la habitación, pero creo que es aún mejor bajar al restaurante porque es muy interesante ver toda la variedad de platos que tienen: desayuno tradicional chino, cocineros que preparan los platos a base de huevos al momento, zona de productos frescos (ensaladas, quesos y embutidos, frutas..) y la zona de la bollería, que también estaba muy bien surtida. Además, el área de desayuno tiene una zona con productos sin gluten, todo un detalle para los celíacos.
El hotel cuenta además con un spa, centro de fitness y no uno, sino dos restaurantes. En uno de ellos se puede degustar uno de los mejores patos laqueados de la ciudad.
Es todo lo que esperas de un establecimiento de lujo, aunque según mi parecer tiene dos «peros». El primero es que el wifi no es gratuito en la habitación y para disfrutar de conexión gratuita hay que bajar a recepción. El segundo «pero» es que la dirección donde se alza el edificio puede llevar a confusión. El hotel está en el 8 de la Wangfujing East Street, que es una calle paralela a Wangfujing. Estuvimos un buen rato pidiendo indicaciones para llegar, ya que ningún taxista quiso llevarnos hasta el hotel (lo de los taxistas en China es de órdago). Así que os aconsejo que antes de ir, llevéis un buen mapa con la situación exacta del hotel y con la dirección en chino, porque no se puede confiar en los taxistas de la ciudad para que te lleven.
Tras dormir una noche aquí me pregunté por qué el resto de días lo había hecho en sitios cutres. Este fue el inicio del cambio de nuestro estilo viajero.
Si es que donde estén los lugares de lujo, que se quite el sufrir … que viajar es disfrutar, no pasarlo mal.
Me ha gustado mucho el vídeo. Mucho mejor que los anterirores. Mucho.
¡Qué razón tienes Eduardo! 😀
Bueno, pues bienvenido ese cambio a mejor, la verdad es que este hotel es la caña y después de dormir en algunas «tablas» como las ha llamado debió ser como visitar el paraíso, jejejeje. Un abrazo!!! 😉
El hotel es una maravilla, cuando vaya por Pekín intentaré ver si podemos optar a él jeje
El vídeo ya lo había visto y está genial, mucho mejor que los anteriores, más dinámico sobre todo 🙂
Yo ahora mismo mataría por vivir en un apartamente de 50m2, así que ya no digamos tener el lujazo de pasar la noche en este hotel. ¿Envidia? Para nada… ¬¬ jejejeje.
Aunque el WiFi sea un gran punto en contra, ¿quién lo necesita cuando se dispone de spa, zona fitness y piscina cubierta?
¡Di que sí Isabel! ¡Que ya tenemos una edad para estar por ahí sufriendo! jejeje
A veces, esta bien invertir un poco más en alojamiento y pegarte un caprichito…
Nosotras en Niágara, nos quedamos en un Hilton también y sólo por ver amanecer en las cataratas desde las alturas merece la pena pagar un poquito más… aunque buscando y preguntando en el hotel, a veces te hacen buenas ofertas… (a estilo el Padrino, una oferta que no podrás rechazar)
Bueno, no me enrollo más, un saludo 😉
De lujo! la faltaba… que coño! no le falta de nada! Con un lugar así da pena hasta salir a visitar la ciudad…
Vaya hotelazo! ideal para relajarse tras «lucar» con los chinos para que te llevaran. Enhorabuena por el video.
Gracias por compartir tus experiencias.
¡Hola a todos! La verdad es que fue todo un lujo (literalmente) pasar la último noche allí. Además te das cuenta de la cara de la nueva China
Perdon Isabel, pero me preguntaba lo mismo.
Hola Gloria,
El Hilton tenía el desayuno incluido. Igualmente, Pekín es una gran ciudad con muchos bares, restaurantes y cafeterías. Seguro que no tienes problemas de encontrar donde desayunar si no lo tienes incluido. 🙂