Amritsar, penúltima parada de nuestro periplo por la India. A pesar de que no nos venía de paso, no quisimos perdernos la visita al lugar más sagrado de los sij: el templo dorado. La verdad es que lo tienen muy bien organizado todo: sirven comidas para todos los visitantes, tienen hosterías donde alojarse por un simple donativo y los baños son sin duda de los más limpios que hemos visto durante todo el viaje. ¿La pega? Para entrar hay que descalzarse y lavarse los pies en una pila y, con el frío que hace estos días, la verdad es que no apetecía mucho. Al menos tienen un trozo de alfombra por el que poder caminar y así evitar el mármol congelado. A estas alturas del viaje, ya me ataca la nostalgia y empiezo a pensar cuándo lo podré volver a visitar.
Parece que habeis hecho un viajecito muy completo. Aprovecha el último empujón que os queda…
Un saludo
A nosotros nos encanto el templo dorado.La gente super amable,nos paraban a sacar fotos,entablaban conversacion.La verdad que es un sitio que si uno va a la India no deberia perderse.
Nosotros cuando mas adaptados estabamos ya al pais nos tocaba volver.India necesita un tiempo de adaptacion,para poder asimilar todo lo que te ofrece este pais,que sin duda no deja a nadie indiferente.
Amritsar es un lugar muy especial y el templo dorado espectacular. Coincido con los comentarios . Es una ciudad amable.
Un saludo
Hola a todos!
Nosotras teníamos una especie de obsesión con Amritsar y la verdad es que nos gustó mucho todo el ambiente que se respira y mueve el templo. Además tuvimos la oportunidad de podernos alojar alli y fue una experiencia única. Amritsar queda fuera de las grandes rutas por Rajastán, pero vale mucho, mucho, la pena!
Saludos!