Cuando le contábamos a la gente de aquí qué ruta seguiríamos por la India y les decíamos que íbamos a visitar Shekhawati, casi ningún indio era capaz de localizarlo en un mapa. Zona rural y de antiguo esplendor comercial, todavía conserva con mucha decadencia algunas de las antiguas havelis donde se hacían los negocios de la ruta de la seda. Lo mejor de todo fue conocerlo de manos de Mahendra, gran persona y gran conductor, que resultó tener sus orígenes en esta zona. Aparte de las visitas de rigor, estos tres días he tenido la sensación de que era como el hijo pródigo que por fin consigue volver al pueblo a visitar a los suyos. Es lo que tiene la India: la hospitalidad aquí llega a un punto que puede ser abrumadora, pero ¿y lo que nos hemos reído todos juntos…?
Cada postal que nos "envías", hace que tenga más y más ganas de conocer ese país.
Saludos
Pues si te decides avisame y te paso el contacto del conductor que nos llevo.
guaaa!! me encanta el blog, pero me poneis los dientes largos jajaj un saludo para todos