Esa mañana nos despertamos en Asuán, ya que el barco había estado navegando toda la noche. Al bajar a desayunar comprobamos que casi todo el mundo se había ido a visitar Abu Simbel. Nosotros teníamos planeado hacer la excursión el día siguiente por nuestra cuenta, así que las visitas de Asuán las hicimos solo con Manuel y su familia, en total cinco personas, que para mí ya estaba bien. Como Essam se había ido con los otros a Abu Simbel, un guía de repuesto llamado Mustafa vino a buscarnos al barco. Era natural de Asuán y no hablaba español tan bien como Essam. De hecho, a veces era difícil entender lo que decía. Lo primero en la agenda fue visitar el templo de Filae. A esas alturas de viaje, uno ya empieza a estar un poco cansado de visitar templos.
Lo refrescante del templo de Filae es que hay que coger una pequeña barca a motor para llegar, ya que está en una pequeña isla. De hecho, el templo originariamente no estaba aquí, pero con la construcción de la presa se tuvo que reubicar. Eso hizo que el inicio de visita fuera más gratificante, aunque al entrar dentro fue un poco más de lo mismo. Antes de bajar de la barca me fijé que en una islita cercana había un policía turístico, sin más medio de transporte para salir de allí que su habilidad de nado. Y me pregunté qué haría ese señor si se produjera una emergencia. Sobre la seguridad en Egipto, sí es cierto que hay mucha policía turística, pero algunos están en sitios que de verdad no entiendo cuál es el sentido estratégico…
El templo de Filae está dedicado principalmente a Isis, y durante la reconstrucción se ve que no tenían espacio suficiente y tuvieron que poner una columnata en medio del pilono, y digo yo, ¿ya que lo movían no podían ponerlo en un sitio donde entrara todo?
Al salir de Filae fuimos a visitar una fantástica fábrica de perfúmenes y esencias, de esas que no están en el itinerario y de las cuales la agencia se lleva una bonita comisión. En fin, que fuimos a la fábrica y el dependiente nos dio a todos un papel con una breve explicación y un boli donde teníamos que ir apuntando en plan cole que perfúmenes correspondían a las marcas de diseñador (ya que por asuntos de derechos no podían poner los nombres directamente). También nos explicó que las esencias se usaban para perfumar y curar enfermedades. Nos dejaron probar varias y al final de la explicación nos dijeron sin más rodeos: “bueno, y ahora es cuando a ustedes les toca comprar”. Me quedé un poco aturdida ante tamaña directa. Cuando uno de los vendedores se nos acercó y nos preguntó en cuáles estábamos interesados y le contesté que no queríamos comprar nada, se giró y dirigió toda su atención a Manolo y su familia, que compraron 4 botellas. Yo me fui a limpiarme las manos porque tenía tantas pruebas de perfume en ellas que hasta me dio dolor de cabeza. En cuanto a los precios, no eran nada baratos (aquí ninguna sorpresa), por una botella pequeña pedían 125 L .E., cuando en la tienda de Jordi en El Cairo valía 16 L.E. Como en Luxor, también nos dijeron que los de Asúan eran los buenos y auténticos… Pero claro, eso ¿quién lo sabe?
Al salir de la tienda volvimos a la furgoneta y fuimos a visitar la gran presa. Obra magna de la ingeniería rusa, pero aparte de eso, la verdad es que la visita no tenía más. ¿Ver una presa muy grande? Ummm, vale, mola… ¿Y? Cuando volvimos a la furgoneta, Mustafa, que era un poco cachondo, nos dijo que si queríamos ir a una joyería para comprar piezas de oro, pero nosotros le respondimos con una mirada un poco oscura y captó el mensaje y se puso a reír. La verdad es que no me quedó claro si la visita estaba incluida en la agenda oculta o si estaba bromeando…
La última visita de la mañana era el obelisco inacabado. Al llegar a la cantera, Mustafa nos explicó cómo se habían construido los obeliscos y que había uno que se había quedado encastado en la piedra porque lo hicieron tan grande que cuando lo empezaron a levantar se quebró. En la cantera hacía un calor insoportable de unos 45 grados o más. A las 12 volvimos al barco y nos dimos un baño en la piscina. En Asuán hace mucho calor, pero lo peor es que cuando sopla el viento el aire está hirviendo y es como estar en un horno con el modo ventilador puesto.
Mientras comíamos llegó el resto del grupo de la visita a Abu Simbel, a la que habían ido en avión, y todos vinieron encantados. Nosotros por la tarde teníamos que hacer la excursión en la faluca y los que habían ido a Abu Simbel fueron a Filae. Así que en la faluca estuvimos nosotros cinco solos otra vez.
Lo malo es que esa tarde no soplaba el viento y, por tanto, era complicado que la faluca (barca de vela) se moviera, por lo que Mustafa trajo una barca a motor en lugar de la faluca. Manolo se enfadó un montón y argumentó que en el contrato que tenía con la agencia ponía que lo que tenían que hacer era un paseo en faluca y que si no lo hacíamos iba a presentar una queja formal. Al final Mustafa lo que hizo fue montarnos en una faluca y navegar al remolque de una barca con motor… La verdad es que hasta ese momento la situación fue un poco tensa. Aunque la situación no dejaba de ser un poco absurda, la verdad es que agradecimos no tener el ruido del motor al lado de la oreja todo el rato, ya que eso rompía con toda la belleza del momento, aparte de tener que berrear para que los demás te oyeran.
Pasear por el Nilo en faluca al atardecer es precioso. Estuvimos rodeando la Isla Elefantina y divisamos a lo lejos el mausoleo de Aga Khan. Mustafa nos explicó que en la Isla Elefantina vivían los «novios» y que era un lugar muy importante para ellos. Yo al principio me pensaba que era una especie de tradición matrimonial ir a la isla, pero al final, tras alguna explicación carente de sentido para mí, descubrí que los «novios» eran en realidad los nubios (etnia del sur de Egipto y norte de Sudán).
Al anochecer nos despedimos de Mustafa, pero antes de volver al barco fuimos a buscar un locutorio para podernos conectar a Internet, (encontramos uno encima del McDonnald’s de la corniche de Asuán). También compramos unas postales, aunque tardamos diez días en echarlas al buzón (de hecho las enviamos tres horas antes de embarcar hacia Barcelona) y nos compramos un batido para aliviar un poco el calor. Pensaba que por la noche bajaría la temperatura (como en el resto del país) pero NO. Seguía haciendo el mismo calor y seguía corriendo el mismo aire hirviente que por la mañana, así que volvimos al barco para refugiarnos en el aire acondicionado.
Esa noche la cena en el barco era de gala y luego hicieron un miniespectáculo de 10 minutos de danza sufí y de otros diez minutos de danza del vientre, básicamente una pequeña demostración de folklore egipcio. Al finalizar el espectáculo nos despedimos de todos nuestros compañeros de crucero, ya que cada uno seguía su camino por separado y a nosotros al día siguiente nos esperaba Abu Simbel.
A tener en cuenta:
A nosotros nos ofrecieron como opcional la visita al poblado nubio por 25 euros, pero nadie de nuestro grupo quiso hacer la visita y a nosotros no nos apetecía hacerla con la agencia. Así que decidimos ir por nuestra cuenta al día siguiente, lo malo es que luego no nos dio tiempo y al final no pudimos verlo. Una pena, pero así tenemos un buen motivo para volver.
Datos de interés:
Templo de Filae: 50 L.E. (6€). El templo de Filae también tiene un espectáculo de luz y sonido (100L.E./12€) al que no fuimos.
Obelisco inacabado: 30 L.E. (3,60€)
30 minutos Internet: 5 L.E. (0,60€)
Que bé! Torno a ser el primer en comentar. Farntàstica la confusió "nubios/novios" o, en català, "Nubis/nuvis".
En tot cas, i per estalviar-se confusions amb això de la faluca, els contractes de les agències haurien d'incloure una clausula aclarint que si no bufa vent l'excursió es fa amb barca a motor. Així els Mustafàs de torn s'estalviarien bronques dels turistes.
Doncs la veritat es que a la lletra petita hauria d'estar especificat, però igualment el soroll de la barca a motor trencava tot l’encant de l’entorn. Així que el canvi es va agrair molt.
Què boniques les faluques!
El tema aquest del vent i els contractes em fa recordar aquelles històries de turistes que es queixen a les agències quan fa mal temps a la seva destinació… en fi.
jejeje Devia ser bó veure la faluca remolcada per la barca a motor, segur que vau ser els que vau arribar abans!!!
Wapi, tot molt xulu i amb ganes de llegir cosetes d'Abu Simbel!
Míriam: Encara recordo un article que vaig llegir amb reclamacions absurdes de turistes anglesos del pal: va ploure a la platja o la meva filla es va espantar al veure peixos al mar (això s’avisa!) ¬_¬
Lidia: El més curiós va ser veure a la gent ballant la conga en un altre barca que varem passar pel costat! @_@
Que divino me encanta leer tus diarios .Se nota que te encanta viajar .Y que has viajado mucho realmente sabes vivir la vida .Me encanta encontrar gente asi .No pienses que soy atrevida pero no encanta tener en mi gmail gente como tu .Me aceptas ?
la realidad que lei tu experiencia y la realidad que hice el paseo muy parecido y no me parece nada mal que te lleven a lugares que n o estan incluidos dentro del itinerario, no entiendo porq lo ves tan mal. En la casa de perfumes tampoco compre nada y siguiriendo con su atencion con gente q si lo hacia y tampoco me parecio mal, es su trabajo. Creo que harias lo mismo.
Deberias desestructurarte un poco y disfrutar. en todas partes del mundo pasa lo mismo. tambien me llevaron a la casa de oro y me parecio un lugar hermoso (no compre nada) por ser una persobna tan estructurada y seguir lo que dice el papel sin desviarte te perdes muchas cosas.
no sos una buena guia para seguirte en el blog.
ser viajero es otra cosa y te falta mucho.
Hola Luciana,
Muchas gracias por tu comentario. Quizás no me expresé bien en el blog, no me quejaba que nos llevaran a sitios que no estaban en el itinerario, lo que me molesta es que me hagan perder el tiempo en sitios a los que no quiero ir solo para que el guía se lleve la comisión de la venta. Personalmente hubiera preferido invertir ese tiempo en pasear a mi aire por la ciudad de Asuán, cosa que apenas pudimos hacer. Me alegro que para ti fuera una experiencia tan gratificante, para nosotros fue la confirmación de que muy difícilmente volveríamos a hacer un viaje organizado.
Un saludo,