Y yo que me pensaba que no tendríamos que levantarnos pronto el día que embarcamos en el crucero en Luxor. Pues sí. Nos llamaron cuando estábamos en Abydos para decirnos que teníamos que estar en el barco a las 9 del día siguiente porque a las 9.30 teníamos la primera excursión con el grupo. Esta era la única parte que habíamos contratado con una agencia e íbamos a hacer en plan organizado: el crucero por el Nilo. Por cuestiones de planificación de los días, al final decidimos hacer el crucero de 5 días (4 noches) que va de Luxor a Asúan. Como ya comenté en la guía del viaje a Egipto y Petra, el crucero por el Nilo fue lo que más nos costó de decidir. Todo el mundo decía que era algo obligado, pero la faluca la descartamos por incomodidad (y menos mal porque allí se te comen los mosquitos) y el crucero nos parecía demasiado turístico. Al final, después de mucho debatir, acabamos en uno de los barcos que se ofrecen en los circuitos de El Corte Inglés (además por fechas era el que mejor nos iba), pero nosotros lo contratamos directamente con los propietarios del barco en Egipto: la agencia Galaxia Tours. Esta es una de las agencias más importantes de Egipto, básicamente por que son los que llevan todos los viajes de El Corte Inglés (y mueven mucha gente y dinero). Esta agencia es de un matrimonio formado por una catalana (Maricel) y un egipcio. Y precisamente Maricel es la propietaria del barco.
Por la mañana hicimos el check-out en el Mara House y nos deseó que disfrutáramos del crucero, que era una experiencia muy romántica. El mismo taxista que nos llevó a las tumbas de los nobles nos llevó a la corniche donde había atracados unos 30 barcos. Como todos no caben en el puerto, hay hasta cinco alineados, así que, según a que altura esté tu barco atracado, tienes que cruzar por otros barcos antes de llegar al tuyo. Por suerte, el nuestro estaba justamente delante del Templo de Luxor y en primera línea, así que fue fácil de encontrar.
Al subir al barco, Essam, nuestro guía durante todo el crucero, nos estaba esperando. Nos sirvieron unas bebidas de bienvenida y nos explicó cómo iba a funcionar todo. Nuestro grupo por suerte no iba a ser muy grande (17 personas, aunque a mí eso me parece una multitud. ¡Essam nos dijo que llegaban a tener grupos de 50 personas! (O_OU ¡cielos!). Y que en el crucero estaba todo incluido menos las bebidas que se pagaban al hacer el check-out y que nada de dar propinas, que estas ya estaban incluidas también. Estuvimos hablando con Essam, iba vestido de lujito y hablaba un español perfecto. Nos explicó que el barco estaba lleno de españoles y que a veces trabajaba con grupos de chinos (cobrando el triple que con españoles). Le explicamos lo que habíamos hecho y cómo lo habíamos visitado y alucinó bastante y creo que en ese momento le quedó claro que nosotros no éramos el prototipo de cliente.
Al dejar las maletas bajamos y conocimos al resto del grupo que ya había llegado, 9 personas, con las que compartiríamos mesa todos los días (en el crucero te tienes que sentar siempre en el mismo sitio). Salimos del barco y nos metimos en un autocar para realizar las visitas de ese día: el templo de Karnak y el templo de Luxor.
Primera visita: el templo de Karnak. Aunque ya habíamos estado dos días antes durante el espectáculo de luz y sonido, verlo de día impresionaba aún más. Karnak está formado por un conjunto de templos que fueron ampliados sucesivamente por diversos faraones, incluido Ramsés II. Cada ciudad importante del antiguo Egipto tenía una tríada sagrada particular, es decir, padre, madre e hijo. El dios padre de Luxor o Tebas era Amón, el dios carnero, que después lo fusionarón con Ra para crear Amón-Ra y así dotar al templo de más importancia. Las columnas de la primera sala hipóstila son espectaculares y enormes. Además parece ser que fue el primer edificio religioso con tres naves, la principal más alta que las dos laterales y esta forma es la que posteriormente sería adoptada para construir las basílicas cristianas. El complejo de Karnak es alucinante, pero allí nos encontramos con miles de turistas más (de los otros cruceros que había atracados en la ciudad) y yo me agobié un poco.
Segunda visita: el templo de Luxor. A este llegamos sobre las 11,30h, así que por suerte no había mucha gente. El templo de Luxor antiguamente estaba unido al de Karnak por una avenida de tres kilómetros con carneros a los lados, pero de esta avenida actualmente queda poca cosa. El templo es muy bonito, pero no tan espectacular como el de Karnak. En todas las visitas del crucero se seguía el mismo patrón: subir al autocar, bajar, explicación del monumento, 15 minutos para hacer fotos y volver al autocar para seguir con la ruta.
Al acabar las visitas de la mañana volvimos al barco para comer. La comida del mediodía era un buffet bastante completo. En la mesa tuvimos la oportunidad de conocer a nuestros compañeros de viaje y mesa los siguientes días. Mariela y Germán eran colombianos (un poco ricachones) y muy simpáticos. Mariela tenía 63 años, pero tenía más vitalidad que yo. Ángel y Queña eran de Paraguay. Ángel era medio sirio y medio belga y, aparte de ser un empresario muy adinerado, conocía a los embajadores y nuncios de medio mundo. Carlos y Pilar eran de Madrid y quizás la pareja que más se nos parecía. Carlos era profesor de ingeniería hidráulica y habían dejado a los niños con los abuelos para poder venir al viaje. Finalmente conocimos a Manolo, su mujer y su hija Ana. Manolo era de Madrid y trabajaba en el sector de la banca. Su mujer Ana era inglesa y por trabajo la familia había vivido por medio mundo. Manolo fue una persona que me sorprendió gratamente y su mentalidad abierta y sus ganas de hablar y conocer cómo viajábamos me parecieron fascinantes. Con él pasé varias tardes en cubierta charlando del mundo y la vida en general.
Después de comer teníamos la tarde libre y la verdad es que por primera vez en todo el viaje aprovechamos para descansar y explorar el barco. A las 5 servían té con pastas en la cubierta y mientras veíamos la puesta de sol estuvimos relajados en una tumbona. A las 8 se servía la cena y no se podía ir con pantalón corto. La cena era de carta consistente en cuatro platos y los camareros estaban en todo momento pendientes de ti, tanto que ni me dejaron servirme el agua yo misma.
Al regresar a la habitación teníamos una nota con el plan del día siguiente. Como tocaba madrugar nos fuimos a dormir pronto.
Datos de interés:
Taxi de Mara House al Templo de Luxor: 20 L.E.+propinas
Bebidas en el crucero (no incluidas): agua: 11,05 L.E., zumo de limón natural: 25 L.E.
Pues parece que el crucero fue más chulo de lo que te esperabas, no? Seguramente si que sería algo más dirigido al prototipo turista que las salidas organizadas por vosotros mismos, pero también te da la oportunidad de conocer gente interesante y pasar horas de chachara compartiendo experiencias, no?
A pesar de la gente tan interesante con la que pudimos compartirlo, en realidad el crucero fue lo que menos me gustó de todo el viaje. A mi todo el mundo me dijo que era algo súper romántico, pero a mí no me lo pareció. No sé, supongo que para mí algo romántico es cuando estás en algún sitio tranquilamente con tu pareja, por ejemplo como en el desierto blanco, pero en el crucero me pareció todo muy encorsetado y moviéndonos siempre rodeados de multitudes. Creo que ese tipo de viajes no es para mí, y el crucero fue la confirmación definitiva.
Te entiendo perfectamente. Yo también he confirmado en los últimos "mini-viajes" que los tours multitudinarios no son nada para mi!!
M'has fet recordar quan treballava com a auxilar de port per als creuers de luxe que visitaven Barcelona (Royal Caribbean, P&O, etc). Jo també ho trobava molt encorsetat. Els creuers eren com un trosset dels EEUU navegant pel Mediterrani. Això sí, el buffet lliure estava molt bé 😛 (en canvi, l'uniforme que duia era horrorós, el mateix de "Vacaciones en el mar").
Jo crec que els creuers estan pensats pel tipus de gent que li agrada anar amb tot de luxe i tenir entreteniments al vaixell, i potser les visites als països i ciutats queda com quelcom extra. A mi això no m’agrada . Per cert, tens alguna foto del uniforme? 😛
"subir al autocar, bajar, explicación del monumento, 15 minutos para hacer fotos y volver al autocar para seguir con la ruta". Jo viatjar així ni pensar-ho. Abans em quedo a casa… és clar que la faluca, per molt romàntica que sigui, pot ser excessiva per a cinc dies de creuer, no?
Sí, pensa que la faluca es una barca de fusta sense cap tipus de comoditat i al ser de vela si no hi ha vent no es mou. Potser a tu et recomanaria anar en una dahabiya o en el Sudan, que és l’únic vaixell de vapor que va pel Nil i de fet, allà és on es va rodar “Mort al Nil”.
Sudan: http://www.steam-ship-sudan.com/en/the-cruises-on-the-nile.asp