Cuzco y la aclimatación a las tierras altas peruanas

Nuestra llegada a Perú la podríamos resumir así: 30 horas de viaje, 2 escalas y 1 subida de golpe de 0 a 3.300 metros de altitud.  A las dos de la tarde aterrizamos en el aeropuerto de Cuzco, antigua capital del Imperio inca, y punto de acceso al Machu Picchu. Hay taxis oficiales de color blanco,  que no vimos, que te llevan al centro por 5, 10 o 15 soles dependiendo de tu capacidad de regateo.

Como de costumbre, acabamos en un taxi no oficial que nos salió por 25 soles. Por lo menos, conseguimos que nos llevara primero a la oficina del Ministerio de Cultura y nos esperara en la puerta hasta comprar las entradas a Machu Picchu y luego, ya más tranquilos, fuimos al hotel. Las podríamos haber comprado por Internet antes de empezar el viaje, pero a principios del 2012 estaban cambiando las tarifas y aún no habían puesto a la venta en la web las del día que queríamos ir a Machu Picchu.

Plaza de armas Cuzco

En la oficina del Ministerio de Cultura vimos dos colas: en una se encargaban las entradas y el funcionario que te atendía las compraba el la web oficial (!), en la otra, se pagaban. Por cierto: para comprar la entrada a Machu Picchu es necesario presentar el pasaporte.

Mientras tanto, el taxista nos esperaba a regañadientes a que acabáramos el trámite. Intentó alguna que otra artimaña para irse antes, pero al final nos esperó para que le diéramos el dinero que habíamos acordado.

En Cuzco nos alojamos en el Llaqtayay Guest House, que está regentado por Sonia y Joe, una pareja joven que llevan años con el negocio. Sonia nos dio la bienvenida a su casa con un té de hoja de coca tradicional y nos explicó cómo evitar el mal de altura o soroche todo lo posible.

Llaqtayay Guest House

 ¿Cómo evitar el mal de altura?

Sonia nos recomendó que el primer día nos lo tomáramos con mucha calma. Que reposáramos y que hiciéramos poco esfuerzo, ya que a esa altura se nota que falta el aire y uno se agota más rápidamente. También nos dijo que sobre todo respiráramos profundamente por la nariz (no por la boca), que bebiéramos mucha agua y que la comida fuera muy ligera. Teníamos que evitar las carnes rojas, los fritos y los lácteos, al menos los primeros días.

El alojamiento es sencillo y con algunas carencias. En Cuzco hace frío por la noche y las habitaciones no están muy bien aclimatadas. Además, los baños, que son compartidos, son un poco justos. Aun así, para nosotros primó el hecho de poder compartir una semana con una familia en su casa más que estar en un hotel. Además, el precio es toda una ganga: 15$ por noche, habitación doble con desayuno y wi-fi.

Mercado de Cuzco

Después, salimos a dar un breve paseo por los alrededores. A pocas calles y cuesta abajo nos encontramos el Mercado de Cuzco, que está muy bien abastecido y organizado, ya que cada fila de paradas está dedicada a un tipo de producto: frutas, quesos, carnes, chocolate, comidas preparadas y casi de todo.

Cerca del mercado se sitúa la Plaza de Armas, centro neurálgico de Cuzco, donde se concentra toda la actividad turística de la ciudad. Allí se pueden contratar todo tipo de excursiones y transportes por Perú. A pesar de ello, la estructura de la plaza no ha sido mancillada por ningún neón y conserva la estructura de cuando fue construida. Buscamos algún sitio donde cenar cerca de la plaza y finalmente decidimos entrar en el restaurante Candiles, que tenía un menú por 15 soles (5 soles extras si se quería postre). Casi todos los restaurantes tienen menú turístico por un precio similar. Hicimos caso a las indicaciones de Sonia y comimos algo ligerito: sopa de champiñones y pollo a la plancha.

Plaza de armas Cuzco

Al volver al hostal fue cuando empezamos a notar los inconvenientes de la altura. Mientras subía una calle empinada, noté que no me llegaba el aire al cerebro, que daba dos pasos y me parecía que había corrido una maratón. Por eso dicen que lo mejor para el mal de altura es dedicar el primer día a no hacer nada y, poco a poco, ir aumentando el ritmo del viaje. Dedicar el primer día solo a adaptarnos fue muy buena idea y al final no nos pusimos malos por culpa del cambio brusco de altitud. En la próxima entrada, os contaré cómo nos fue la exploración de esta ciudad andina y lo que aprendimos.

Pollo a la plancha

No debía, pero no me pude resistir a las patatas…

A tener en cuenta:
Cuzco tiene un clima un poco extremo. Durante el día hace calor y es necesario protegerse del sol con una crema de factor solar alto. Sin embargo, por la noche hace mucho frío y se hace necesaria una chaqueta de invierno. Nosotros viajamos en enero de 2012, es decir, en verano y, teóricamente, temporada de lluvias.

Para más información sobre cómo organicé el viaje, os recomiendo que leáis nuestra guía del viaje por el sur de Perú.

Plaza de armas Cuzco

Datos de interés

1. Taxi aeropuerto Cuzco-Ministerio de Cultura-hotel: 25 soles
2. Entrada Machu Picchu y Wayna Picchu: 156 soles (horario compra: de 9 a 18 h)
3. Restaurante Candiles C/ Plateros, 323. Menú: 15 soles, postre: 5 soles

Alpaca chevere

17 comentarios

  1. Marga Ruiz 22 junio 2012
  2. Marga Ruiz 22 junio 2012
  3. Helena 22 junio 2012
  4. JonyMao 23 junio 2012
  5. Alberto (notas de un viajero) 23 junio 2012
  6. Babyboom 23 junio 2012
  7. Victor 27 junio 2012
  8. José Carlos DS 30 julio 2012
  9. 3mil 19 febrero 2013
  10. bryan 21 febrero 2013
    • Isabel (Diario de a bordo) 26 febrero 2013
  11. María del Pilar Mejía 2 julio 2013
  12. Edwin 28 julio 2013
  13. CARMEN PUERTO 23 enero 2014
  14. Teresa 20 marzo 2019

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