Proseguimos con los relatos del viaje a Botsuana. Esta vez, os contamos la experiencia en la población de Maun, donde fuimos a caballo por el delta del Okavango y luego sobrevolamos el delta en avioneta.
Hay lugares que al mencionarlos te evocan grades historias y exploradores intrépidos: Samarcanda, Tombuctú, el delta del Okavango… Pues bien, tras años soñando con visitar el delta del Okavango, por fin poníamos nuestros pies allí y hacíamos realidad uno de nuestros sueños viajeros más anhelados.
Puede que os estéis preguntando: ¿pero qué tiene de especial el delta del Okavango? Pues bien, si miráis el mapa de Botsuana, veréis que no tiene ni mar, ni océano. Reconozco que la primera vez que busqué este país en el globo terráqueo me sorprendió ver que no tenía salida al mar y, durante unos segundos, no pude entender cómo podía haber en ese país uno de los deltas fluviales más famosos del mundo. Y es que eso es lo que hace único este delta, porque el río Okavango fluye desde Angola, donde se denomina río Cubando, pasa por la frontera con Namibia y desemboca en Botsuana en el árido desierto del Kalahari, dando lugar al delta interior más grande del mundo. La mejor manera de hacerse una pequeña idea de su magnificencia es sobrevolándolo en avioneta. Esa fue la actividad que íbamos a hacer esa tarde y que habíamos reservado el día anterior en el Old Bridge Backpackers, pero primero, habíamos reservado otra actividad para esa mañana: un paseo a caballo.
Tras desayunar nos estaba esperando el taxista para llevarnos a los establos donde empezaba el paseo. En Maun solo está asfaltada la carretera principal y el resto de caminos son de pista. Como algunos tramos son bastante arenosos, pueden ser un problema para circular si el coche no tiene tracción en las cuatro ruedas, sobre todo en época lluviosa. Sin embargo, lo más complicado es encontrar lo que se quiere visitar, ya que los caminos son un poco laberínticos y las indicaciones brillan por su ausencia. A pesar de todo, llegamos al lugar sin problemas.
Nos gusta mucho montar a caballo y siempre que podemos aprovechamos la ocasión para hacerlo cuando estamos de viaje, como en el viaje a Perú cuando visitamos el cañón del Colca a caballo, que fue una experiencia increíble. No obstante, en Maun fue actividad un poco descafeinada. El motivo es que los establos estaban bastante lejos del río y cuando llegamos allí tuvimos que dar media vuelta porque la excursión solo duraba dos horas. Supongo que también nos decepcionó un poco que el paisaje fuera tan monótono todo el tiempo: caminos de pista arenosa, árboles, algunas casas y poco más.
Al llegar al río vimos pescadores y lanchas a motor que dirigían a los visitantes hacia el punto desde donde salían las excursiones en mokoro por el delta del Okavango, la actividad que íbamos a hacer al día siguiente. Estuvimos unos minutos allí y emprendimos el camino de vuelta. Por suerte, tras la decepción de la mañana por la tarde nos esperaba lo mejor del viaje.
Al mediodía cominos en el Old Bridge Backpackers y después fuimos al pequeño aeropuerto de Maun junto con Terran Sven, Monika y Dean. En frente de la terminal están las oficinas de las diferentes compañías que ofrecen vuelos panorámicos por el delta del Okavango. Entramos en las oficinas de Major Blue y allí pagamos nuestra parte. Después, nos explicaron cómo iba a ser el vuelo. Nos enseñaron un mapa de la zona y nos explicaron que íbamos a ir hasta la valla que separa los animales de ganado de los animales salvajes. Una vez pasado ese punto ya íbamos a sobrevolar la zona del parque nacional para poder contemplar el delta desde lo alto.
Luego entramos en el aeropuerto que, además de las avionetas y vuelos internos, recibe algunos vuelos de Sudáfrica. Al cabo de un rato, llegamos ante la avioneta de siete plazas que íbamos a usar esa tarde. El piloto nos dio la bienvenida y se presentó. Era Gi, un australiano con ascendencia zimbabuense y un apasionado de su trabajo. Entre algunas bromas, nos dio algunas explicaciones sobre el vuelo para que no tuviéramos ningún miedo. En realidad, todos estábamos deseando subir a la avioneta y ponernos en marcha de una vez.
La avioneta despegó a toda velocidad y empezó a tomar altura, pero se mantuvo a unos ciento cincuenta metros durante todo el trayecto para que pudiéramos observar la fauna y la flora del delta. Una vez pasado el cercado que impide el paso del ganado empezamos a ver cómo el rio moría lentamente en el desierto y, entre sus meandros, la fauna salvaje en busca de la escasa agua que hay en esa época del año. Una sinfonía perfecta de vida y muerte, ya que el río acaba muriendo en el desierto, pero gracias a él aflora la vida en esa zona tan árida del país.
Pudimos ver elefantes, jirafas, hipopótamos, búfalos, impalas y… ¡rinocerontes! Sí, ¡vimos un grupo de rinocerontes! Gi estaba tan sorprendido como nosotros y decidió virar la avioneta para comprobar que, efectivamente, teníamos tres rinocerontes bajo nosotros. Alucinante.
Sobrevolar el delta del Okavango ha sido una de las mejores experiencias viajeras que hemos vivido y, solo por vivir ese momento, vale la pena viajar a Botsuana. Fue como estar dentro de un documental de National Geographic. La hora pasó muy rápidamente y la avioneta volvió al aeropuerto, que ya estaba cerrando sus puertas. Se nos hizo muy breve, pero al día siguiente íbamos a seguir explorando el delta del Okavango, esta vez río arriba en mokoro.
Datos de interés:
1. Discovery B&B: habitación doble con baño: 625 pulas con desayuno, pero sin wi-fi.
2. Excursión a caballo de dos horas: 285 pulas; la contratamos en el Old Bridge Backpackers.
3. Vuelo panorámico de una hora con Major Blue: 670 pulas por ser 6 pasajeros. Fuimos al hostal Old Bridge Backpackers para encontrar gente con quien compartir el vuelo y así reducir el coste.
Botswana es un país sorprendente… Aunque la mejor manera de dimensionarlo es, sin duda, desde el aire… Una experiencia inolvidable, como la de navegar en Mokoro por el único delta de río que muere en el mar… ¿Qué os pareció esa aventura?
Sin duda es singular encontrar un delta así en pleno interior del continente.
Nada mal la experiencia entre la ruta a caballo y sobrevolarlo en avioneta. Sin duda una jornada redonda para quitaros de encima uno de los lugares anhelados 😀
Saludos!!! Felices Fiestas!
Felices Fiestas Viajeras
Happy Travels
El LoBo BoBo
Les vistes des de l’avioneta són espectaculars!!
Estàs molt mona muntant a cavall 😀
Hola Miriam….me encantaria contactar contigo, voy a Botswana en breve, mi correo es azor381@hotmail.com Estoy haciendo una vuelta al mundo en furgoneta
Hola Jose!
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