Cuando estábamos preparando la escapada de cuatro días a Múnich, Laurel me preguntó por correo qué nos apetecía ver. En nuestra lista de deseos estaba visitar pueblos típicos bávaros y su elección no pudo ser más acertada: Bamberg.
A dos horas y media (en tren o en coche) de Múnich se encuentra la ciudad de Bamberg, cuyo centro histórico no solo es Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1993, sino que también es el tercero en extensión en Europa tras Venecia y Praga. Y tras visitar la ciudad solo puedo deciros que está a la altura de estas dos grandes, pero vayamos por partes. Al visitar Bamberg lo primero que hay que hacer es pasar por la oficina de turismo de la ciudad ya que, además de mapas e información, se pueden contratar innumerables visitas guiadas por el casco histórico (a muy buen precio), ya sean a pie, en segway o incluso en góndola por la denominada «pequeña Venecia».
Bamberg destaca entre otras ciudades de la zona porque casi todo el casco histórico de la ciudad ha preservado su estructura medieval, contando con más de 2300 edificios catalogados, lo que lo hace excepcional. En la Edad Media, Bamberg fue la capital del Sacro Imperio Romano Germánico. Sin embargo, su máximo esplendor se dio entre los siglos XVII y XVIII cuando los príncipes obispos que gobernaban la ciudad construyeron en estilo barroco muchos de los edificios que aún se conservan.
La ciudad de Bamberg se divide en tres sectores: las colinas, la isla y el mercado de los jardineros. Ese día lo dedicamos a visitar los distritos de la isla y de las colinas. Empezamos visitando el mercado, que esta situado cerca de la plaza Maximilian y en la zona que hay entre el canal Main-Donau y el río Regnitz. Por la mañana, el mercado de Grüner estaba muy concurrido con cientos de personas comprando comida y flores en las paradas al aire libre dándole una vida especial al lugar.
En el centro histórico de la ciudad destaca especialmente la arquitectura original de la región, consistente en pequeños edificios con una entrada lo suficientemente amplia para que pudiera entrar un carro en la casa. Los bajos de los edificios son de piedra pero las plantas superiores tienen ese diseño tan típico de Baviera y es el que siempre nos viene a la cabeza cuando pesamos en sus ciudades.
Entre el puente de Markus y el puente de Untere, en la orilla este del río Regnitz, se extiende la denominada «pequeña Venecia», una hilera de casas encantadoras construidas durante la Edad Media y que pertenecían a los pescadores de la ciudad. Las casas tienen el típico entramado de madera y casi todas cuentan con un pequeño jardín y un bote anclado delante de la casa. No obstante, desde el puente y debido a la distancia es difícil disfrutar de esta parte de la ciudad; lo suyo es ir en bote o mejor aún: en góndola.
En medio del río se alza el islote en el se erigió uno de los edificios más bonitos de la ciudad: el antiguo ayuntamiento. Esta zona era el distrito burgués de la ciudad y cuenta la leyenda que el obispo no quería ceder ni un milímetro de tierra a los habitantes de la ciudad, así que estos se enfurecieron y decidieron clavar estacas en medio del río, creando así una isla artificial en la que construyeron el ayuntamiento, que era el límite entre la ciudad del obispo y la ciudad burguesa. El edificio del ayuntamiento es muy bonito y vale la pena fijarse en sus frescos, en los que podemos descubrir alguna sorpresa «sobresaliente».
Al ser una ciudad tradicionalmente gobernada por obispos, las iglesias abundan por todas partes, aunque todas palidecen al lado de la catedral. La Catedral de San Pedro y San Jorge fue fundada por Heinrich II, quien fundó el obispado de Bamberg en 1007, y la primera catedral se erigió en el 1012. La actual fue finalizada en 1237 y fue construida a medio camino entre el estilo románico y gótico. La catedral es la zona central de la zona de las colinas, donde también se alza el antiguo palacio y el palacio nuevo, desde donde se pueden contemplar unas vistas impresionantes de la ciudad.
Bamberg es una población que invita a perderse por sus calles e ir descubriendo poco a poco sus rincones y sorpresas ocultas. No solamente por lo precioso de su arquitectura, que merece la pena ir disfrutando a pequeños sorbos, sino además para ir descubriendo las casi cincuenta cervecerías que hay por toda la ciudad. Si sois fan de la cerveza, tenéis que ir a Bamberg.
Cada cervecería elabora su producto con unas características especiales y quizás la más conocida es la cerveza ahumada de la cervecería Schlenkerla. Allí es donde fuimos a cenar tras nuestro recorrido por la ciudad. La cervecería es preciosa y mantiene ese ambiente típico bávaro en el que podemos ver tanto a turistas como a locales disfrutando de la comida y de la bebida autóctonas. En cuanto a la cerveza, tengo que admitir que tiene un sabor muy especial. Con cada sorbo tienes la sensación de estar comiendo bacon líquido, lo cual fue un poco extraño y no nos acabó de convencer, pero dicen los expertos que el sabor de la cerveza de la Schlenkerla se empieza a apreciar a partir de la segunda jarra. Como nota curiosa, a los turistas ingleses les gusta llamar a esta cerveza: breakfast beer.
En definitiva, Bamberg nos encantó y nos pareció una ciudad que encarnaba a la perfección la esencia de Baviera. De todos modos, quisimos asegurarnos, así que le preguntamos a Laurel y nos contestó: «Bamberg es la ciudad más bonita de Baviera que he visitado, no sé cómo he tardado tanto en venir a verla». Queda claro, ¿no?
Datos de interés:
Podéis ver los horarios y precios del tren de Múnich a Bamberg en esta web.
No dejéis de consultar la web de turismo de Bamberg antes de visitar la ciudad.
Què bonic Bamberg! Les cases típiques són precioses. A sobre amb canal i góndoles, què més es pot demanar!
Ya queda menos para nuestro viaje a Baviera, que fotos tan bonitas, esta ciudad está desde ya en nuestra lista.
Un abrazo,
Dios, 50 cervecerías!!! Tengo que ir a Banberg como sea!!! Bromas aparte me parece una ciudad encantadora, con mucho aire medieval! me gusta! Un abrazo
He estado por la zona, pero nunca la he visto y siempre lo pienso. Para mí la mejor es Rothenburg ob der Tauber, pero Bamberg promete mucho.
Por cierto vaya pinta la taberna, no!!! mmmmmmm
estos pueblos medievales me encantan! a este le tengo echado el ojo hace tiempo…
En Julio 2013 hice la Ruta Romantica desde Frankfurt. A ultimo momento agregué Bamberg a indicación de una viajera usuaria de un foro turistico. El consejo fué excelente.!!!! Una de las mejores ciudades de mi itinerario.
Muchas gracias por compartir vuestra experiencia. Me muero de ganas por visitar Bamberg en julio. En nuestro viaje visitaremos Múnich, Ratisbona, Nurember gracias y, desde allí, una visita a Bamberg. Buscaré si tenéis algún comentario de ellas.