A veces sin proponértelo, las cosas pueden acabar saliendo de una manera, que aunque planeada, no esperas que sea tan chulo y a la vez tan «friki».
Esa mañana Gemma tenía que ir a comprar una cámara por encargo. Su hermana le había pedido una cámara de fotos y quería ir a la tienda B&H, tienda enorme delante del Madison Square Garden. Ésta megatienda de varias plantas está regentada por judíos ortodoxos (los que llevan kiphá, barba y tirabuzones). Ella me dijo que no era necesario que la acompañara, pero no sé por qué sentí que eso era algo que tenía que ver.
Llegamos a la tienda, que tiene varias plantas, y había personal por todas partes. Nada más llegar nos preguntaron qué era lo que queríamos comprar y nos indicaron a qué planta teníamos que subir. Una vez en la planta de fotografía, le decías a otro señor la marca y él te indicaba la zona donde estaban. Para acceder a los mostradores había que hacer una cola y, cuando había un vendedor libre, te decían a cuál tenías que ir. Súperorganizado. Nuestro vendedor llevaba la kiphá, barba y aunque tenía una cara muy seria y seca, la fluidez de sus palabras era impactante.
Nos enseñó la cámara que queríamos comprar y entonces sin variar su serio tono de voz y semblante nos empezó a ofrecer accesorios: una funda, una tarjeta de memoria, un cargador, un adaptador de corriente, un filtro… ¡No veas con el hombre, su técnica innata hizo que Gemma se llevará casi media tienda! Al final ella se plantó y, mientras rellenábamos el formulario, de compra le dijo:
—También puedo ofrecerle una garantía extra de tres años que puede utilizar en España —aquí Gemma le fulminó con la mirada en plan «he dicho qué no quiero nada más»—, no para que lo compré ahora, le informo por si en un futuro…
¡Ja, ja! ¡El vendedor no dejaba escapar ni una! Lo más curioso de esta tienda, es que la mercancía no la tocas hasta que has pagado y has de salir por la puerta. Cuando decides qué quieres, te dan un recibo. Entonces vas a caja, pagas y, una vez has pagado, vas con el tíquet de compra a otro mostrador y allí te dan tu preciada mercancía.
Una vez fuera de la tienda salimos directas a buscar el metro porque a las 10.30 habíamos quedado con el responsable de prensa del MOMA para ver la exposición de Tim Burton. Sin embargo, tuvimos una distracción (la única en todo el viaje) y sin querer acabamos en Columbus Circle. Como no sabíamos si teníamos que ir a la derecha o a la izquierda, si subir o bajar, y viendo que llegábamos tarde, subimos a un taxi que nos dejó en la puerta del MOMA.
No soy fan de los museos, creo que eso ha quedado claro en este blog anteriormente, pero la exposición temporal de Tim Burton en el MOMA es muy buena. Entramos por la recepción de visitantes y bajó a recibirnos y acompañarnos Paul Jackson. Dios mío, desde que nos vimos empezó a hablar a trescientos mil por hora, tan rápido que tuve que poner todos mis sentidos arácnidos en activo y seguir el gran consejo de mi amiga Azuki cuando hacíamos kikitoris (¡Tsuki, nada de irse a la luna a partir de ya!) para poder entender todo lo que nos decía.
La exposición está dividida en tres partes. La primera con dibujos hasta los diecisiete años. Dibujos buenos, aunque «normales». Los de un estudiante de clase media de un pueblecito de la soleada California. La segunda parte es más «Tim Burton», dibujos, óleos, bocetos, etc., originales. No sé qué le pasó, seguramente algún trauma inexplicado, pero entonces nació el genio. La tercera parte de la exposición consistía en elementos de sus películas: la máscara de Batman, el traje de Catwoman, la capa del jinete sin cabeza de Sleepy Hollow, muñecos de La novia cadáver y bocetos de sus películas, entre ellos de la última: Alicia en el país de las maravillas, que se estrena el 5 de marzo.
Al salir de la exposición volvimos a casa de Orestes para dejar el material y la cámara de fotos que habíamos comprado, qué pesaba como un muerto, para ir a pasar lo que nos quedaba de horas de sol en Coney Island.
Coney Island está a una hora de Manhattan en metro y es famosa por su parque de atracciones, que ahora llamaríamos «retro», su paseo marítimo a las orillas del Atlántico y el barrio ruso de Brighton Beach.
¡Y la fama es mereciNos bajamos en la parada de metro Coney Island-Stillwell Ave. (D, F, N y Q) y, nada más salir de la estación, nos topamos con el Nathan’s Famous, famoso por ser uno de los mejores sitios donde comer perritos calientes y también por ser el organizador del concurso internacional de comedores de hot dogs que se celebra cada 4 de julio. En la edición del 2009, Joe Chestnut (aka José Castaña) consiguió revalidar el título comiéndose la friolera de 68 hot dogs en 10 minutos (hasta hay rondas clasificatorias regionales). Y como teníamos un pelín de hambre entramos a probarlos, y la verdad es que estaban muy buenos.
Con energías renovadas salimos a pasear por la zona del parque de atracciones. El parque abre durante la temporada estival (de abril a septiembre) y estaba todo abandonado y cerrado. Si juntamos eso con el hecho que no había un alma por esos lares, le daba un aspecto, si aun cabe, más creepy.
El parque es conocido sobre todo por la montaña rusa Cyclone que data de 1927, y ahora mismo hay un poco de polémica respecto a él, ya que un magnate ha comprado los terrenos y se teme que acabe desapareciendo para acabar convirtiéndose en una mole de edificios de apartamentos de lujo. Aprovechamos para hacer fotos, pasear por el paseo marítimo y disfrutar de la puesta de sol. Un kilómetro más tarde, al final del paseo, llegamos a la zona de Brigthon Beach.
Brighton Beach (metro Brighton Beach, B y Q) también es conocido como el barrio ruso porque allí se concentra mucha población que emigró desde la antigua URSS. Allí puedes encontrar tiendas de souvenirs rusos, colmados y restaurantes. Y aunque no hacía mucho que habíamos comido aprovechamos para ir a un restaurante que nos había recomendado una amiga.
El Café Glechik está especializado en comida rusa y de Ucrania. Al entrar, Gemma me dijo que le apetecía mucho tomarse una cerveza y cuando vinieron a tomar nota (pollo strogonoff y pelmeni estilo Moscú) y pedimos la cerveza, la camarera nos informó que no tenía cerveza (!) pero si queríamos, podíamos salir a comprarla al colmado que había dos tiendas más allá y traerla al restaurante. A Gemma le daba mucho palo ponerse las quinientas mil capas de nuevo para ir a comprar la cerveza, pero no sé por qué tuve la sensación de que este simple hecho prometía.
Dicho y hecho, me repuse todas las capas y salí hacia la tienda. El tendero, que creo que era pakistaní, me informó con cara sorprendida que las cervezas estaban en la nevera que había en el fondo de la tienda. Entre la amplísima gama, me decidí por una marca rusa y con la botella en mano me fui a pagar. Cuando le pregunté cuánto costaba, me dijo:
—¿Me puede mostrar alguna identificación?
¡Menudo piropo! ¿En serio aparento tener menos de 21 años a mis treinta y pico?, pensé. ¡Ese hombre me alegró el día! Le enseño el DNI y se lo queda mirando un rato, le pago y, para forzar más el experimento, le pido si me la puede abrir (me la llevo puesta). El hombre me la abre con mala cara (me gustaría saber qué debía estar pensando) y cuando me disponía a salir por la puerta, me detuvo y me dijo que la tenía que poner dentro de una bolsa de papel. ¡Como en las películas! Paradojas de las leyes de EE.UU.: está prohibido beber alcohol en la calle, pero si tienes tu botella de vodka dentro de una bolsita de papel, como a simple vista no se ve que lo es (agüita, zumito o lingotazo) no pasa nada. Aunque suene simple, fue una experiencia 100% genuina. Por cierto, la comida muy buena, aunque me dijo Gemma que el pollo strogonoff no se parecía en nada al que había comido en Moscú el año pasado. De hecho, se parecía más a una receta suiza que hicieron en el Karakia.
Después de cenar subimos al metro y nos bajamos en Times Square. Allí aprovechamos para entrar en el Toys‘r’us, que es simplemente espectacular (noria incluida) y chafardear un poco por las tiendas de la zona.
Datos de interés:
B&H: 420, 9th Ave. Metro: 34th – Penn Station (A, C y E). Sábados supercerradísimo. En esta tienda no hacen tax-free. Bueno, básicamente en todo el estado de Nueva York el sistema de devolución de impuestos a la salida del país no funciona.
MOMA. Exposición de Tim Burton, del 22 de noviembre del 2009 hasta el 26 de abril del 2010. Precio: 20$/12$ estudiantes. Viernes, festivos y fines de semana es necesario reservar gratuitamente hora para verla. Los viernes el MOMA es gratuito y los martes está cerrado. 11 West 53 Street, metro: 5th Av-53 St (E y V) o 7th Av (B, D y E).
Nathan’s Famous. 1310 Surf Avenue, Brooklyn – Coney Island. Metro Coney Island – Stillwell Ave. (D, F, N y Q). The original Hot dog de vaca con cebolla roja: 3,15$. Crinkle-Cut French Fries (patatas fritas cortadas con ondas) pequeñas: 2,69$.
Café Glechik. 3159 Coney Island Avenue. Brooklyn – Coney Island. Metro: Brighton Beach (B y Q).
Buenas Isabel! Que leyes mas raras… mientras puedes tener armas de fuego en tu casa, no puedes beber una cerveza por la calle sin antes taparlo… Me parece un poco absurdo a mi tambien, pero 100% neoyorquino.
Un saludo!
Ciertamente, Maka!
También vimos un cartel en el metro que decía que llevar y/o amenazar con pistolas de juguete que parecieran de verdad era delito. Lo que imagino que no es delito si llevas una de verdad… en fin…
Què xula l'exposició de Tim Burton! M'he estat mirant la web que enllaces i el canvi d'estil dels seus dibuixos és sorprenent!
Les fotos del parc d'atraccions abandonat m'han fet recordar al "Viaje de Chihiro"…
A mi és el que més em va cridar l’atenció. Es que el canvi és molt bèstia.
Per cert, no havia caigut en el que dius del Viaje de Chihiro i Coney Island… i tens raó!
Realment sembla que et submergeixis dins d'una pel·lícula quan veus les imatges del parc d'atraccions de Coney Island, i encara més si estàs allà en directe. A més, amb aquesta llum han quedat xulíssimes.
Quedo parada de l'organització de la botiga d'electrodomèstics, passa que jo tindria una inseguretat fins al final per saber si et donaran la camera, o no 😀
Per cert, m'han vingut unes ganes terribles de menjar hot-dogs al veure les fotos!!!!
Que va! A la botiga de tot menys inseguretat. Fins i tot em van cridar l’atenció quan vaig fer la foto que he penjat. Jo crec, que els de la botiga, no es refien de la gent. I així eviten al 100% que els robin res.
Els hot dogs estan molt bons, però si veus el vídeo del concurs que he posat com a enllaç se’t treuen les ganes de cop. 68 en 10 minuts!
Jo vaig anar a Coney Island un 1 de gener del 2000, primer dia d'any, segle i mil.lenni. I, és cert, semblava un lloc fantasma en aquell gèlid matí. Fotos xulíssimes. Divertidíssima crònica de la botiga jueva, per cert.
Ah! I el catàleg del Tim Burton, tot i que curt, està molt bé. Jaume
Me gusta como escribes, sin dar la lata, ameno, divertido… Como debe ser!!
Alicia en el país de las maravillas es mi película de Disney, y la de mi infancia. Me sé los diálogos, me he leído el libro con sus interpretaciones, etc, etc. Y de pronto me entero de que el maestro Burton va a hacer una versión con el pedazo de actor que le acompania siempre. Ya me jode estar en Austria cuando se estrena, pues la quiero ver en espaniol, en 3D y si peude ser en Zaragoza. Puede que hasta me venga a Espania por eso, la ocasión lo merece.
Pues mira, a mis 23, me piden siempre el carnet para comprar cervezas tanto en Alemania como en Austria. Luego se disculpan diciendo que parezco más joven. Hombre, 21 igual… Pero 17 anios???
Un saludo!
Hola Jaume!
Bonica manera de començar el mil•lenni! El catàleg de Tim Burton me l’esperava molt més gran, però està molt bé. Jo també me’l vaig comprar. L’exposició és molt bona. Llàstima que no vingui a Barcelona
Hola Ines!
Gracias por tu comentario. La verdad es que se agradece mucho. Sobre lo que comentas de Alicia, no he visto la película Disney y del libro llevo tascada en el capítulo tres desde que llegué de Oxford. La poesía en general se me atraganta y en inglés ya no te cuento. Ya que estas en Austria aprovecha para verla en v.o. El doblaje en España suele ser bastante bueno, aunque la voz de Jonny Deep original es 10.000 veces mejor que la doblada… Bueno, tampoco me hagas mucho caso porque últimamente me he vuelto una radical de las versiones originales…
Ja, ja! A ti te toman por 17, pero a mi por 20 cuando tengo 33! Todo el mundo dice que aparento menos años de los que tengo… ¿pero tantos?
En fin…
Saludos,
Desde luego el tercer día estuvo bien aprovechado!!
Me ha parecido muy interesante la historia de la compra de la cerveza. Sobre todo eso de que si no la tapas no la puedes sacar a la calle. Cuando oigo cosas así siempre pienso en cómo se parecen la sociedad de EEUU y de Japón (de hecho, yo siempre he pensado que la sociedad japonesa es como una cocktail explosivo con ingredientes de China y de EEUU….pero detallar esta teoría sería muuuuuuuuuuuuy largo)
Del tema de que se te ve más joven de lo que eres ya lo sabías de antes, pero en tu caso yo incluso diría que a veces te toman por una niña (mi ramalazo japonés me dice que es porque, como dirían aquí, tienes "la cara pequeña" 😀 )
Ah! casi me olvido. Lo de abrir la cerveza me ha hecho mucha gracia. Sobre todo porque me ha traido recuerdos de China, donde en varias ocasiones el dependiente nos las abrió sin ni siquiera habérselo pedido….y además lo hacían con la boca!! Recuerdo que la primera vez que nos pasó mi amiga la devolvió enfadadísima, diciendo que no quería los microbios del dependiente en la botella. El hombre, que lo había hecho con toda su buena voluntad, no entendía nada. Qué recuerdos!
¡Ja, ja, Ja! ¡Que bueno lo del hombre que os habría la botella con la boca! Encima que lo hacía con toda su buena voluntad, aunque creo que sí me la hubiera abierto con la boca al igual me hubiera dado reparo beberla.
Una pregunta: ¿En Japón también se tiene que beber en la calle con una bolsa de papel tapando la botella?. No es que viera a mucha gente bebiendo allí, pero ahora me ha salido la duda…
¿La cara pequeña? Interesante teoría…
Espero que no la pongan en alemán, a eso me refiero. yo tengo 23. Oye no te quejarás de que te echen piropos cada vez que compras, no?
Un saludo
Supongo que en Salzburg habrá algún cine en versión original… por cierto al final en España se ha retrasado el estreno a abril porque Avatar sigue siendo líder de taquilla y de momento los cines en 3D no la quieren quitar y no hay cines suficientes en 3D para nuevos estrenos… ¡Que cosas!
Sí, siempre todo el mundo me echa menos edad de la que tengo, pero hasta la fecha no había sido tan exagerado! 😛