Llegamos a México

De este día poca chicha os puedo explicar, ya que las 20 horas de viaje se lo comieron todo. Las medidas de seguridad para viajar a EE. UU. fueron mucho más light que a la hora de viajar a Nueva York. Solo nos hicieron algunas preguntas sobre el equipaje y el destino antes de facturar y poca cosa más. En el avión, US Airways acabó siendo, si cabe, más cutre que Delta Airlines: había una pantalla para todo el avión que ponía la misma programación y encima los auriculares para escuchar las películas valían 4 euros. Total, que decidimos intentar dormir el máximo de las 9 horas que duraba nuestro vuelo hasta Philly.

Al descender a Filadelfia, todo lo que se veía eran grandes extensiones de arboleda. Al pasar inmigración, a mí me tocó el poli bueno y a mi compañero el malo: ¿qué por qué había estado en Egipto? ¿Y en Jordania?… En el aeropuerto casi morimos de hipotermia porque el aire acondicionado estaba a tope. Aunque teníamos 5 horas hasta la salida del vuelo a Cancún, decidimos no visitar la ciudad porque me habían avisado de que llegar a la ciudad y luego volver a pasar los controles de seguridad podía suponer un suicidio, o mejor dicho: tener todas las papeletas para perder el vuelo. Así que allí nos quedamos, jugando al Uno y comiendo cantidades ingentes de crab fries con salsa de queso en un bar deportivo, ya que en el vuelo de Philly a Cancún no servían comida.

Crab fries

En el vuelo caí dormida casi durante las 4 horas que duró y, al fin, tras 20 horas de viaje, aterrizamos en Cancún. Entregamos la tarjeta de inmigración y pasamos al control de equipaje en el que entregamos las tarjetas de agricultura. Antes de salir te hacían apretar un botón para ver si te tocaba control de maleta o no, como si de un sorteo de la loto se tratase. Por suerte, a ninguno de los dos nos tocó. Antes de salir de la terminal hay la oficina de turismo, oficinas de alquiler de coches, las ventanillas donde se compran los billetes de autobús que llevan al centro, y puestos de contratación de los taxis compartidos o privados. En el mostrador de la agencia de autobuses no había nadie, así que decidimos salir fuera a ver si estaba el autobús, ya que en Internet vi que el último salía a las 23 horas. El problema es que una vez que se sale de la terminal no se puede volver a entrar. TODA UNA TRAMPA PARA TURISTAS.

El autobús no estaba y se nos acercó un taxista para decirnos que ya no iba a pasar ninguno más, que como era el último vuelo del día ya no habían más, y que un taxi al centro de Cancún (a 15 minutos del aeropuerto) valía 60$ o 600 pesos POR PERSONA (38 euros por persona). Menudo atraco a mano armada, pero son los precios estipulados. De hecho, tenía una tabla con los precios ya establecidos con todas las distancias. En fin, que me negué a pagar eso y me dirigí hacia la terminal para ver si podía sacar algo en claro. Aunque ponía que estaba prohibido entrar, esperé a que saliera alguien para que se abrieran las puertas y colarme, pero en esas que se me acercó uno de seguridad a decirme que no podía entrar. Sin embargo, yo le puse mi cara de pucheros y le expliqué mi problema y el buen hombre me dejó pasar.

Quetzal Hostel Cancun

En la terminal conocí a una mujer mexicana que tenía el mismo problema y compartimos información. Al final decidimos contratar un taxi compartido que costaba 150 pesos por persona (9 euros). Si realmente ya no pasaba el último bus es todo un misterio, pero sí que os puedo decir que nosotros fuimos los últimos en abandonar el aeropuerto, detrás nuestro cuando nos íbamos ya no quedaba nadie y estaban cerrando la terminal.Durante el viaje conversamos con las dos mujeres mexicanas que conocimos en la terminal y nos explicaron qué cosas teníamos que ver y cuáles no valían la pena, mientras por la ventana veía que nos acercábamos al centro de Cancún, que era horrible. Edificios bajos de hormigón sin ningún tipo de gracia. La furgoneta compartida nos dejó en nuestro hostel. El Hostel Quetzal, a cinco minutos andando de la estación de autobuses. La propietaria nos preparó la cena que estaba incluida y mientras cenábamos, conversamos con un chico de Estambul, otro de Ohio y varias chicas de Noruega. El hostel, para los precios que luego pagamos durante el viaje, resultó ser muy básico y un pelín caro. La habitación estaba limpia, pero era un poco cutre. Tras más de 20 horas de viaje nos fuimos a la cama muy cansados. Al día siguiente abandonábamos la horrible y carísima Cancún para adentrarnos en el estado de Yucatán.

Sé que esta entrada es un poco descafeinada, pero pronto empezará la acción.

Quetzal Hostel Cancun

A tener en cuenta:
Para entrar en EE. UU. es necesario rellenar previamente por Internet la tarjeta ESTA. Tiene validez de dos años y no tenerla puede dar problemas para entrar en el país. Eso no quita que en el avión se tenga que rellenar la tarjeta verde y la de agricultura para poder pasar definitivamente al país. Por otro lado, la maleta, aunque te la facturan hasta Cancún, al viajar vía EE. UU. una vez pasado inmigración se tiene que recoger y llevar hasta una cinta donde la ponen para tu siguiente vuelo (sin tener que volverla a facturar). Y tras dejar la maleta, volver a pasar el control de seguridad como si se estuviera entrando otra vez en el aeropuerto. A la ida todo lo hicimos rápidamente, pero a la vuelta en el control había tanta gente que tardamos 40 minutos en pasarlo y casi perdemos el vuelo.En EE. UU. en general no tener dinero en efectivo no es ningún problema, ya que hasta un paquete de chicles lo puedes pagar con tarjeta de crédito, para ellos es lo más normal.A la hora de cambiar pesos, el cambio en el aeropuerto es muy malo (13 pesos un euro en lugar de 16), lo mejor es sacar dinero de un cajero y que tu banco te cobre la comisión.

Hay un autobús que lleva al centro de Cancún desde el aeropuerto y otro a Playa del Carmen, los horarios se pueden consultar en la web de la empresa operadora: ADO.

Datos de interés:

1. Chickie’s & Pete’s: Aeropuerto Filadelfia delante de la puerta de embarque A19. Crab-fries: 5,50$ y una classic burger: 7,09$.
2. Hertz taxi colectivo: del aeropuerto al centro de Cancún 150 pesos por persona (9 euros), atención que se tiene que contratar antes de salir del aeropuerto, una vez fuera NO SE PUEDE.
3. Hostel Quetzal: calle Orquídeas, 10 – Cancún. Habitación doble con cena y desayuno: 850 pesos (53 euros).

15 comentarios

  1. Jaume Radigales 1 junio 2010
  2. Isabel 1 junio 2010
  3. miriam 1 junio 2010
  4. Isabel 1 junio 2010
  5. MO 1 junio 2010
  6. Glorien 1 junio 2010
  7. Lidia Sanchez 1 junio 2010
  8. Almudena 1 junio 2010
  9. Isabel 1 junio 2010
  10. makavelik 18 junio 2010
  11. Isabel 18 junio 2010
  12. makavelik 19 junio 2010
  13. Isabel 19 junio 2010
  14. Monica 7 noviembre 2011
  15. Monica 7 noviembre 2011

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